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Puedes comer saludable sin estar a dieta perfectamente: las claves

No hace falta seguir una dieta muy estricta para alcanzar objetivos como la pérdida de peso. Una alimentación saludable se basa en algunos conceptos sencillos.

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Puedes comer saludable sin estar a dieta: las claves

¿Cómo? ¿Mantener mi peso o bajarlo sin seguir una dieta estricta? Pues claro que se puede, solo hay que tener un poco de sentido común y seguir algunas de las claves que te vamos a contar a continuación.

La cesta de la compra. Debes priorizar la compra de alimentos naturales, como frutas y verduras, antes que cualquier producto procesado. Debemos fijarnos siempre en lo fresco, y fijarnos bien en el etiquetado del producto: si lleva demasiado azúcar, por ejemplo, por cada 100 gramos, ya deberíamos comprender que no es lo más saludable. El control de las porciones y no ir a hacer la compra con hambre son claves que te ayudarán a manejar mejor la cesta.

Más “alimentación de tupper”. Todos sabemos lo que implica comer fuera: más fritos, salsas, descontrol y excesos, más de lo que nos permite quemar nuestro metabolismo. Solemos echarle la culpa a determinados alimentos de engordar, cuando lo que realmente cuenta es el balance calórico total. No importa si no hemos desayunado y a la hora de comer nos metemos 2.000 calorías en el menú de comer entre entrante, segundo y postre, y otras 2.000 calorías a la hora de cenar porque tenemos hambre. Es la ventaja de hacer más comidas y repartidas a lo largo del día: el tupper nos permite calcular mejor las raciones e incluir verduras en nuestra dieta.

Controlar las porciones. Si nos pasamos con la cantidad de calorías que ingerimos durante el día, probablemente tendamos a engordar. La clave está en controlar las raciones y la cantidad de comida que ponemos en nuestros platos, sobre todo si se trata de alimentos con grandes cantidades de hidratos de carbono o grasas. Podemos comer más proteína, ya que es lo último que nuestro cuerpo deposita como tejido adiposo, y alimentarnos con grandes platos de verdura, que suelen tener muy pocas calorías sea cual sea la cantidad.

Más agua, menos bebidas azucaradas. Las bebidas con azúcar tienen una gran desventaja, y es que aunque no lo veamos en nuestro nivel de saciedad, contienen una gran cantidad de calorías inservibles. Por ello, te aconsejamos que, si tienes sed, bebas más agua y te dejes de productos envasados, como zumos prefabricados, lácteos enteros y, como no, bebidas energéticas o coca colas. Tampoco conviene pasarse con las supuestas bebidas post-entrenamiento, ya que suelen estar cargadas también de azúcares.

Alimentos que controlan el hambre. Los alimentos ricos en agua, como frutas, verduras o sopas y gelatinas nos ayudan a controlar el hambre porque poseen bastante cantidad, y con la ventaja de poseer menos calorías. Por otra parte, alimentos ricos en fibra sacian ya que solicitan a nuestro estómago un mayor trabajo digestivo y frecuentemente exigen masticación. Las proteínas, por ejemplo, ayudan de muchas formas a controlar nuestro nivel de hambre y resultan clave cuando buscamos perder peso, y por ello se recomienda aumentar su consumo si buscamos perder kilos.