Estudio tras estudio, la reputación del queso parece que ha ido mejorando a lo largo de los años. ¿Eres de esos que siempre tiene un trozo de queso en la nevera? Pues quizá estés de suerte, ya que una nueva investigación asocia los efectos de su consumo a una mayor protección cardiovascular. Dependiendo del tipo, se ha demostrado que el queso reduce la presión arterial, y además contiene grandes cantidades de nutrientes y proteínas.

El análisis, publicado en el European Journal of Nutrition, ha concluido que las personas que consumían "niveles altos" de queso tenían un 14% menos de riesgo de desarrollar enfermedad coronaria que aquellos que raramente o nunca lo comían. También tenían un 10% menos de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.

Por lo tanto, a menos que seas alérgico, deberías estar consumiéndolo a diario para cuidar tu corazón. Eso sí, como la mayoría de las cosas, mejor con moderación: la cantidad exacta de queso que comían los participantes del estudio con menores probabilidades de desarrollar una patología cardiaca era de 40 gramos, algo menos de la mitad de lo que suele llevar un pack con lonchas.

Más evidencias científicas de que el queso es bueno para el corazón

Otra investigación, publicada en el European Journal of Epidemiology, también sugiere que el queso es un aliado para nuestro corazón. Se investigaron a 938.000 personas en total, analizando datos de 29 estudios diferentes durante 35 años. Según Ian Givens, uno de los directores del estudio: “Consumir quesos de animales que han pastado y que se producen de forma tradicional es saludable, por contra a lo que ocurre con los quesos industriales”. Conclusión: busca siempre la calidad, aunque el bolsillo lo note.