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Beber alcohol de alta graduación nos hace hostiles y agresivos

Mientras bebidas como la cerveza y el vino son más propensas a mantenernos relajados, los alcoholes con alta graduación nos hacen más agresivos y nerviosos.

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Beber alcohol de alta graduación nos hace más hostiles y agresivos
El Confidencial

Si eres un tipo en forma (y apostamos que lo eres), probablemente ya sepas que beberte demasiadas copas en el bar no solo puede complicar tu dieta cuidadosamente planificada (es decir, hacerte engordar), sino que también puede afectar la forma en que construyes músculo.

Ahora, gracias a un nuevo estudio, hay que agregar otro efecto secundario al consumo de bebidas alcohólicas de alta graduación, y es algo que tal vez quieras considerar antes de tomar ese segundo (o tercer) cóctel en la fiesta de empresa o la cena con los padres de tu novia.

Las bebidas alcohólicas que tienen una mayor concentración de alcohol se asocian con mayor frecuencia a sentimientos de ira y agresión, según un nuevo estudio publicado en la revista BMJ Open.

En el estudio, los investigadores utilizaron datos de la Encuesta Global de Drogas, que preguntó a los participantes entre edades de 18 y 31 acerca de su consumo de alcohol y cómo se sentían mientras bebían tipos específicos de alcohol, incluyendo cerveza, licores fuertes y vino tinto o blanco. Las emociones que los participantes podían elegir incluían energía, relajación, sensualidad, confianza, cansancio, agresividad, malestar, inquietud y tristeza.

¿Los resultados? Estadísticamente hablando, ciertos tipos de alcohol pueden ser más propensos a desencadenar ciertas emociones. Las bebidas con alta graduación (como ron, ginebra o vodka) tenían más probabilidades de producir respuestas fuertes en cualquier extremo del espectro emocional: sentimientos negativos como ira o agresión, junto con emociones más positivas como energía, confianza y sensualidad, fueron los más comúnmente reportados. Para cerveza y vino, por otro lado, aproximadamente el 50% de los encuestados dijeron que "se sintieron relajados" después de beber un vaso.

Hubo, sin embargo, una excepción a la tendencia general: los hombres eran "significativamente más propensos a asociar sentimientos de agresión con todos los tipos de alcohol, al igual que los categorizados como grandes bebedores / dependientes, que tenían seis veces más probabilidades de hacerlo que los "bebedores de riesgo", según la investigación.