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Movember: hablamos con un experto sobre el cáncer de pene

Para conocer mejor el cáncer de pene, entrevistamos al Dr. Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid.

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Todo sobre el cáncer de pene, ese gran desconocido
Zona Cero

Con motivo de MOVEMBER, el mes de la salud masculina, nos hemos propuesto hablar del cáncer de pene, uno de los grandes olvidados en el campo de la oncología debido tanto a su baja frecuencia (se estima que se diagnostican menos de 300 casos al año en nuestro país) como a las implicaciones psicológicas que conlleva.

En la mayoría de las ocasiones, un diagnóstico de cáncer de pene implica la amputación total y parcial de este orgáno, lo que se traduce en importantes limitaciones en la vida sexual. Para ello, hemos entrevistado al Dr. Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid y uno de los máximos referentes en nuestro país en el tratamiento de los tumores genitourinarios, entre los que se encuentra el cáncer de pene.

¿Por qué el cáncer de pene es uno de los menos diagnosticados?

El número de casos nuevos de cáncer de pene diagnosticados en España se cree en consonancia con el resto de los países europeos, es decir, en torno a un caso nuevo diagnosticado al año por cada 100.000 habitantes, muy lejos de lo que ocurre en otros países como Brasil o Uganda donde estas cifras se pueden multiplicar por 8. Este tumor se relaciona con la presencia de infecciones crónicas que afectan al glande y a la piel que lo recubre, por lo que la falta de higiene, las relaciones sexuales de riesgo y la fimosis contribuyen al desarrollo de este cáncer.

¿Aunque la edad media de este tipo de tumor supere los 60 años, hay probabilidades de que se desarrolle antes?

Desafortunadamente sí, no es extraño que pacientes cada vez más jóvenes sean diagnosticados en torno a los 40 años especialmente en los países en vías de desarrollo. Muy probablemente, las infecciones por el virus del papiloma humano tengan mucho que ver en ello. No olvidemos que este virus es a su vez el principal responsable del cáncer de cuello uterino que representa el primer tumor en número total en las mujeres de estos países.

¿En qué porcentaje de casos es completamente necesario amputar el miembro?

Cómo de amplia se requiera la cirugía va a depender del tamaño y la extensión del tumor tanto en profundidad como a nivel superficial. Si se acude al especialista cuando la enfermedad es limitada, las posibilidades de una resección pequeña o parcial o incluso que técnicas de láser se puedan aplicar salvando la mayor parte del pene son mayores. Sin embargo, cuando la enfermedad infiltra en profundidad o cuenta con amplia extensión a lo largo del miembro no existe más remedio que proceder a la extirpación total del pene e, incluso, de los ganglios linfáticos de las ingles.

¿Qué implicaciones psicológicas conlleva este tipo de cáncer?

Lógicamente, la virilidad y la masculinidad se van a ver afectadas en mayor o menor medida. Tanto estética, como en términos de funcionalidad, como psicológicamente. Este tumor requiere un tratamiento multidisciplinar en el que intervienen varias disciplinas como urólogos, oncólogos, radioterapeutas, patólogos, etc... pero no menos importante es la atención por psicooncólogos con experiencia en el cuidado y asesoría de pacientes con cáncer.

¿Cuál es la supervivencia media (meses, años...) de este tipo de cáncer?

Va a depender directamente de en qué etapa se diagnostique la enfermedad. Se alcanzan curaciones en más del 80% de los casos en los que el tumor se encuentra exclusivamente en el pene. Cuando ya el tumor afecta a los ganglios linfáticos de la zona y, especialmente, cuando a través de la sangre células del tumor se escapan y originan metástasis a distancia, las opciones de curación son muy escasas siendo difícil encontrar pacientes que superen los dos años de supervivencia.

¿Requiere un importante apoyo psicológico esta patología?

Obviamente, a la noticia terrible del diagnóstico de un tumor maligno se le añaden todas las connotaciones sociales de estigmatización, falta de empatía encontrada, deterioro de la vida en pareja, pérdida de autoconfianza, sentimiento de culpa, etc. El apoyo psicológico se hace imprescindible para estos hombres, aunque desafortunadamente no siempre es bien recibido.

¿Realmente hay personas que deciden no tratar este tumor por vergüenza?

Tenemos pacientes que por vergüenza han tardado más de la cuenta en consultar por la aparición de una lesión en su órgano viril. Se creían que pudiera tratarse de una enfermedad venérea y han retrasado demasiado la consulta llegando cuando el tumor ya ha avanzado más de lo deseable.