Los problemas psicológicos, como la depresión o los trastornos de ansiedad, están a la orden del día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pondera la depresión como la primera causa de discapacidad a nivel mundial, afectando a más de 300 millones de personas. Esta patología afecta más a las mujeres que a los hombres, y en el peor de los casos puede llevar al suicidio.

La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares.

Muchos estudios han demostrado que la depresión aumenta el riesgo de mortalidad, y el último que hemos revisado, desarrollado por científicos de todas las instituciones de EE. UU. y Canadá, incluido el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver y la Escuela de Epidemiología de la Universidad de Ottawa en Ontario (Canadá), se señala a los episodios depresivos mayores como un factor de riesgo significativo de muerte temprana tanto para hombres como para mujeres.

El método de investigación a través del cual los científicos obtuvieron sus resultados fueron los datos obtenidos a través de 3410 adultos inscritos en 3 muestras representativas del condado de Stirling. La depresión se midió utilizando un algoritmo de diagnóstico basado en la presencia de un estado de ánimo deprimido y síntomas asociados, una duración de más de 1 mes y un deterioro sustancial. El estado vital de los participantes hasta 2011 se determinó mediante el uso de vínculos probabilísticos con la Base de datos canadiense de mortalidad.

La depresión se asoció con un mayor riesgo de mortalidad entre los hombres durante los 3 períodos de tiempo del estudio: 1952-1967 (1.003 participantes), 1968-1990 (1.203 participantes) y 1991-2011 (1.402 participantes). La edad promedio de los participantes al momento de la inscripción fue de 49 años.

La interpretación de los investigadores es muy clara: “La asociación entre la depresión y la mortalidad persiste durante largos períodos de tiempo y ha surgido entre las mujeres en las últimas décadas, a pesar de las mejoras contemporáneas en el tratamiento de la depresión y la reducción del estigma asociado. Se necesita más investigación para comprender mejor los mecanismos involucrados”.