La noche de los muertos, la noche que va del 31 de octubre al 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se ha convertido en Halloween, una fiesta para celebrar que te puedes disfrazar, puedes ir en busca de dulces, y las fiestas están por todas partes. A España llegó con cuenta gotas pero ya está instalada de manera oficial. Fiestas que empiezan este fin de semana, disfraces por todas, juegos con niños, decoración… Y aunque todo parece inocente, hay ciertas medidas que no debes pasar por alto.

Para ello, desde United States Food & Drug nos recomiendan prestar atención a la comida, la calidad de los disfraces, los juegos con alimentos, la visibilidad de máscaras… Vamos a verlo en detalle.

Los disfraces en Halloween

Puede parecer un mero trámite, cualquier disfraz sirve, pero no es así. Las alergias a productos sintéticos son constantes y si vas a estar en una fiesta con mucha gente, busca la etiqueta que ponga ‘resistente al fuego’. El poliéster y el nylon son resistentes.

Si vas a salir por la noche con niños o tú mismo a buscar caramelos, que en muchas urbanizaciones se ha puesto de moda, utiliza cintas adhesivas reflectantes, evitarás accidentes.

El maquillaje de mala calidad puede producir alergias. Haz una prueba el día antes si además no acostumbras a maquillarte para evitar sorpresas, rojeces, picores, reacciones de hinchazón.

Para tu seguridad, si puedes, evita máscaras que no te dejen ver bien. Lo principal es que tú veas por dónde vas, con quién estás… Si no ves, da igual quién te vea.

Las lentillas de colores, de formas, figuras son muy populares, pero no todas cumplen con la legalidad. Desde el departamento de seguridad en drogas y alimentación de Estados Unidos recomiendan siempre la supervisión de un profesional especialmente si nunca llevas lentes de contacto.

Los caramelos de Halloween

Los niños suelen ser los que más disfrutan esta tradición de ir de casa en casa a buscar caramelos. No olvides que si son muy pequeños deberías acompañarlos y que deberás mirar en detalle qué van a comer, recuerda que no los has comprado tú y puedes no saber qué les dan. Evita para los más pequeños frutos secos o chicles.

Si tu hijo tiene alguna alergia, es mejor que en esta parte él lleve los suyos propios o tú tengas una bolsa especial. No corras riesgos.