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“El ejercicio físico es beneficioso en la prevención del cáncer”

En el Día Contra el Cáncer de Mama hablamos con los profesionales, la actividad deportiva y física es clave en la recuperación, para ayudar a paliar secuelas y para prevenir futuras apariciones.

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“El ejercicio físico es beneficioso en la prevención del cáncer”
Federico Anfitti EFE

El 19 de octubre se celebra el Día contra el Cáncer de Mama, una fecha destinada a poner el foco sobre esta patología y su detección precoz, ya que se trata del segundo tumor más diagnosticado en el mundo y el cuarto en España si se tienen en cuenta a ambos sexos, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica. De hecho, entre las mujeres ocupa el primer puesto de los tumores más diagnosticados en nuestro país (en 2015 se diagnosticaron 27.747 nuevos casos).

Hablamos con Lidia Brea, directora del Máster Universitario en Actividad Física y Salud de la Escuela Universitaria Real Madrid – Universidad Europea

¿Debemos formar a los entrenadores para que fomenten las revisiones en sus jugadores? ¿Independientemente del deporte?

Indiscutiblemente, los entrenadores, y más los de jugadores en edades tempranas, deben promover no solo el desarrollo de la condición física de sus jugadores, sino también los hábitos saludables. Es muy importante que dentro de los equipos exista un equipo multidisciplinar bien coordinado en el que los médicos cuiden la salud de los jugadores y los entrenadores fomenten las acciones que ellos promuevan. Lo mejor, por tanto sería que aparte de la propia formación a los entrenadores, existiesen esos equipos multidisciplinares que trabajasen de forma conjunta y real.

¿Un deporte con mayor impacto, como el balonmano, puede tener más riesgo que otro, como el bádminton?

No, el ejercicio físico de cualquier tipo es beneficioso en la prevención del cáncer. Un último artículo publicado por la revista JAMA en este año ha expuesto, con una muestra de 1,44 millones de personas, que el ejercicio físico practicado en el tiempo de ocio reduce la probabilidad de padecer 13 tipos diferentes de cáncer, incluido el cáncer de mama. Por tanto, es fundamental realizar ejercicio físico, ya que no es que no tenga riesgo, sino que es beneficioso.

Tras una operación de cáncer de mama, ¿es bueno volver a practicar deporte?

El ejercicio físico durante el tratamiento de la enfermedad es muy importante, ya que disminuye los efectos secundarios de los propios tratamientos, pero después de superar la enfermedad es también fundamental, ya que aparecen secuelas, como puede ser la fatiga asociada al cáncer, que pueden mejorar mucho con el ejercicio. Por tanto, después de una operación se debe realizar ejercicio físico, siempre con la prescripción y aceptación del oncólogo y supervisado por un especialista en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ya que la propia cirugía puede tener diferentes efectos en cada paciente, limitando los ejercicios que pueden realizar y haciendo necesaria la adaptación del ejercicio a esas limitaciones.

¿Cómo se afronta una mastectomía en una deportista?

Desde el punto de vista de la recuperación, se debe afrontar teniendo muy presente los plazos de recuperación impuestos por el cirujano oncológico, así como las propias consecuencias que haya tenido la operación. No es lo mismo una mastectomía en la que, además, se ha realizado una disección del ganglio centinela que sin que se haya producido, por lo que el plazo en el que la deportista pueda comenzar de nuevo con los entrenamientos dependerá mucho de su propia evolución. Para ello, es imprescindible que el especialista en Ciencias de la Actividad Física esté en contacto continuo con el oncólogo y el cirujano oncológico y no pretender acortar demasiado los tiempos. Una vez se pueda comenzar con la práctica de ejercicio, tras la autorización del equipo médico, se debe comenzar con intensidades moderadas y progresivamente aumentar hasta llegar a conseguir el volumen e intensidad habitual para el deportista. Es muy importante tener en cuenta también que después de una intervención de este tipo suele continuarse el tratamiento, o bien con quimioterapia, o bien con otro tipo de tratamiento, por lo que también puede verse afectado el plazo de recuperación y la propia adaptación del ejercicio a la deportista.

Afortunadamente, el apoyo social es mucho, y el deporte es prueba de ello, ¿se hace lo suficiente?

Es cierto que cada vez existe mayor visibilidad del cáncer, en todos los ámbitos de nuestra sociedad, incluido el deportivo. Casos como el de Abidal, Natacha López o Yeray Álvarez ayudan mucho a acercar la enfermedad al día a día y a que la población pueda conocer la realidad de la misma. A su vez, cada vez más se están promoviendo iniciativas deportivas en apoyo al cáncer de mama, como las carreras populares y los eventos multideporte, que hacen que no sólo enfermos, sino también familiares y la población en general también tome contacto con la realidad de la patología.

Preguntamos también a Margarita Pérez, catedrática de Fisiología del ejercicio de la Universidad Europea sobre la mejor prevención posible.

Los datos mundial del cáncer de mama son preocupantes.

¿Cómo debemos realizar correctamente una exploración?

El autoexamen de mama deben realizárselo todas las mujeres a partir de los 20 años, entre el quinto y séptimo día posterior al ciclo menstrual, ya que es cuando los senos están más blandos; las mujeres que ya no presentan su menstruación, habrán de realizarlo un día específico de cada mes, esto es para crear hábito e intentar mejorar la técnica de detección. La técnica consta de los siguientes pasos:

Inspección: consiste en observar el aspecto externo de los pechos. Se realiza examinando atentamente cada uno de ellos, comparándolos. Frente a un espejo, es preciso observar tamaño y posición simétricos; vigilar cambios en la textura de la piel (pliegues, huecos, etcétera) o eczemas alrededor del pezón; desviación o retracción del pezón así como salida de secreciones. Este procedimiento debe realizarse con los brazos extendidos sobre los costados y posteriormente con los brazos levantados sobre la cabeza.

Palpación: permite descubrir posibles bultos anormales o nódulos en el pecho. Se realiza preferentemente en decúbito, colocando una almohadilla bajo la espalda en la región del seno a explorar. La palpación del seno derecho se realiza con la mano izquierda y el seno izquierdo con la mano contralateral. Con la yema de los dedos y con una presión moderada se inicia la exploración siguiendo la dirección de las manecillas del reloj o en forma de zig-zag, buscando nodulaciones pequeñas. La palpación deberá profundizarse hasta la región axilar de cada lado.

Asimismo, se debe realizar presión moderada en todo el seno y en el pezón para observar cualquier tipo de excreción. La persona debe hablar de inmediato con el médico acerca de cualquier cambio que encuentre.

Otra prueba importante es el examen clínico de las mamas realizado a cada mujer una vez al año por su médico. La sensibilidad y especificidad del examen clínico de las mamas depende de la pericia y experiencia del examinador. Su rango de sensibilidad varía de 40 a 69% y su especificidad de 86 a 99%. Sin embargo el valor predictivo va desde 4 - 50 %.