El mundo de los suplementos nos ofrece muchas posibilidades a la hora de descansar mejor de forma natural. Muchos los consumen para aguantar más en el gimnasio o practicando su deporte favorito, pero no hay que olvidar que un buen sueño es fundamental, y más para los deportistas. Por ello, te decimos qué cuatro suplementos te pueden funcionar si lo que quieres es dormir mejor. Recuerda que se recomienda dormir no menos de siete u ocho horas diarias.

Magnesio

El magnesio, que es un mineral fundamental para los deportistas y que podemos encontrar en alimentos como los frutos secos o las legumbres, también puede mejorar nuestro sueño nocturno. Investigaciones de la Universidad de Ginebra encontraron evidencia de una posible correlación entre el nivel de magnesio y la calidad del sueño. Los niveles más altos de este mineral en la sangre dieron como resultado un sueño nocturno más reparador, mientras que la deficiencia de magnesio coincidía con mayor inquietud durante el sueño y tiempo de vigilia.

Ashwagandha

Esta potente hierba ha llegado recientemente a la vanguardia de la investigación actual gracias a la naturaleza estresada de la vida moderna. No posee toxicidad a excepción de dosis muy altas, y la óptima es de entre 300 y 500 mg. Un estudio del British Medical Journal concluyó que puede ser muy buena opción para soportar el estrés diario, y actualmente se están realizando investigaciones sobre su poder como relajante natural para inducir el sueño.

Valeriana

Esta planta es un clásico de las despensas por su popularidad (bien merecida), ya que puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el sueño nocturno. Funciona como un modulador del receptor GABA. Los estudios demuestran que la valeriana puede reducir el tiempo que una persona tarda en dormirse, apoyar la calidad del sueño y disminuir la fatiga al día siguiente. La dosis ideal es de alrededor de 450 mg antes de dormir, y debido a que causa somnolencia, no deberíamos combinarla con otros suplementos para el sueño.

Melatonina

Esa gran conocida por regular nuestros ritmos circadianos, que actúan como un reloj interno natural del cuerpo y ayudan a mantener los niveles hormonales y el metabolismo. Estudios en humanos han encontrado que es eficaz para disminuir el jet-lag, apoyar la calidad del sueño nocturno y mejorar la liberación de hormona de crecimiento durante la noche sin efectos secundarios. Las dosis son altamente personalizadas y pueden variar de 0,3 a 6 miligramos, tomadas 30 minutos antes de ir a la cama.