Podemos hablar de dietas, de ejercicio, de nuevas tendencias, pero sin duda alguna, uno de los métodos más efectivos para adelgazar es tener hijos en edad de ir a la guardería. En serio, ¿qué ocurre? ¿Las farmacéuticas sueltan todos los virus a la vez en el aula?

El maravilloso mundo de los virus

¿Cómo es posible que si todos los niños están sanos, todos y cada uno de ellos sanos en sus respectivas casas, se junten y los virus se conviertan en su sombra? ¿Qué ocurre en esas clases? No te preocupes, lo descubrirás. Semana a semana además. Los virus de las gemelas, los virus del niño de tu vecina, los virus de tu sobrino cuando vayas a verle el fin de semana… Todos y cada uno de los virus los irá pillando tu hijo. Y, por supuesto, tú.

¿Cómo lo sabrás? Además de dormir menos ahora que va a la guardería (el maravilloso mundo de soñar todo lo que ha hecho durante el día), lo que te hará perder peso, estarás más cansado de lo normal; tendrás fiebre cuando hace años que no tenías fiebre, y descubrirás que las toses y mocos se han afincado en tu casa. ¿Qué puedes hacer? Nada. Aprender a convivir con ello.

Vómitos

Sí, los domingos de resaca donde tu cuerpo pedía tiempo muerto pasarán a ser el día a día, te pondrás malo sobre todo los jueves, así pasarás un fin de semana de lo más entretenido vomitando. Si tu hijo lo hace tres veces por la noche, tú lo harás una. Es una regla no escrita. Si el virus es de los buenos, es posible que el lunes y el martes te lo pases de nuevo entre médicos, baños para bajar la fiebre, jarabes… una maravillla de la organización para no equivocarte de dosis y horario. ¡Cómo no vas a perder peso si es un sin vivir!

Te recomiendo tener té a mano en casa, mucha agua, fruta para vitaminarte, y mucha paciencia. Cambiar sábanas de madrugada, volver a hacer la cama, tender a las 4 de la mañana, volver a dormir a tu hijo… Estás adelgazando, disfruta, porque es lo que único que sacarás en claro de esto.

Comerás menos

Con el nuevo horario de guardería todo irá ultra rápido. Ríete tú de los mecánicos de la F1. Harás la compra, recados, recogerás la casa, en un tiempo tan récord que no necesitas tablas de gimnasio para estar en forma. Un horario de guardería es más que suficiente. Comerás lo que dejen ellos, porque de repente tu niño regordete super mono es un niño delgado y con cara de cansado todo el tiempo. Es un reflejo también de tu cara, no te preocupes.

Dicen que se pasa, yo aún no lo sé. Os contaré cómo es el invierno, al que habré llegado con tipazo. No hay mal que por bien no venga.