Hacer la compra es casi una ciencia, incluso un arte. Hay personas que van a comprar y se rigen por impulsos, y otras que lo calculan todo hasta el más mínimo detalle. Como la cesta de la compra es uno de los gastos que más dinero se llevan de nuestro bolsillo, te vamos a decir unos cuántos trucos para que no se te vaya más presupuesto del necesario en obtener todos los alimentos que necesitas en tu día a día.

Compra después de haber comido

Es uno de los principios básicos a la hora de hacer la compra. Si vas al supermercado con la barriga más o menos llena, ten por seguro que eliminarás algunos antojos de comida basura que puedan surgir mientras recorres los pasillos. Por el contrario, si vas a llenar la despensa con hambre, corres un peligro evidente de comprar cosas que te comerías en ese momento y que realmente no necesitas.

Revisar lo que hace falta

No gastes de forma innecesaria. Si por ejemplo ves que falta fruta o leche, revisa que cuentas con el resto de alimentos y ve a tiro hecho. Necesitarás al menos cinco minutos para hacer comprobaciones y no dejarte llevar una vez estés en el supermercado.

Compara precios

No está de más ir con una libreta a la compra, o simplemente apúntalo en el bloc de notas del móvil. Comparar y comparar es el verdadero secreto del ahorro, ya que hay productos que quizá estés comprando que sean más baratos de otras marcas, y de la misma o parecida calidad. Pan, leche, yogures, arroz…haz una lista y compara los precios de todos los productos. Puede que te lleves una sorpresa a la hora de calcular el ahorro.

Haz un presupuesto

El arte de hacer la compra no tiene sentido sin un presupuesto elaborado en función del resto de tus gastos y de tus ingresos. Si eres mileurista, lógicamente no podrás permitirte siempre el jamón ibérico más caro o tendrás que cortarte a la hora de elegir ciertas carnes y pescados. Si te gastas 50 euros a la semana, procura no salirte nunca de ese presupuesto y cúmplelo para que tus cuentas cuadren.

A por lo básico

Muchas veces creemos tenerlo muy claro hasta que nos topamos con esos cereales de desayuno que tanto nos llaman la atención, pasamos por la sección de bollería y sucumbimos a nuestros instintos más básicos…céntrate en lo que de verdad te hace falta y procura elegir siempre los alimentos más sanos. En los supermercados procuran vender y hacer ofertas para que compres más, pero no debes caer a no ser que sea realmente necesario.

Marcas blancas

Casi todos los supermercados disponen de una marca propia, conocida como marca blanca, que acostumbra a ser mucho más económica que el resto debido a que los centros no invierten dinero en publicitarla. Si de verdad quieres ahorrar, busca esa marca, ya que será más barata y probablemente de la misma calidad que el resto.

Escoge bien el establecimiento

No todos los supermercados tienen los mismos precios, aunque creas que varía muy poco. Comparar los precios de un mismo producto en distintas superficies puede ahorrarnos al menos unos céntimos por producto, que si se trasladan al mes pueden permitir reservar el presupuesto para permitirse algún que otro capricho.