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Cómo tratar la onicomicosis, la enfermedad de las uñas

Es la infección de uñas más común, se da más entre hombres que en mujeres y entre los principales focos de contagio son los gimnasios y las duchas comunes.

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Cómo tratar la onicomicosis, la enfermedad de las uñas

La onicomicosis es una infección de las uñas, normalmente de los pies pero se puede dar en las manos también. Se da en cualquier parte del mundo. Y en mayor medida a hombres que en mujeres.

Entre los factores que más benefician la aparición de hongos en las uñas es la humedad, el uso a menudo de gimnasios y piscinas, el envejecimiento de la población, la diabetes, también los tratamientos inmunosupresores y citotóxicos, e incluso el SIDA, pueden algunas de las causas que provoca que aparezcan.

Suelen cogerse de manera muy sencilla en ambientes húmedos y cálidos, por lo que las piscinas, los gimnasios, las duchas… son casi su lugar favorito. Por eso suele recomendarse secarse muy detalladamente e intentar ir siempre con chanclas. Los calcetines acuáticos también son una buena herramienta para alejar la posible infección. Un calzado que no transpire no es nada beneficioso tampoco para evitar la infección.

Aaunque la micosis de la uña es contagiosa, es poco común que suceda. De hecho, es necesario que haya un contacto muy íntimo y frecuente entre la persona sana y la infectada, o que ambos compartan artículos como el corta uñas o la lima.

Los síntomas principales de una infección de uñas por hongos son:

-deformación de la uña

-cambio de coloración

-dolor al cortarse las uñas

-debilidad de la uña

Cómo tratar la infección de uñas

Desde laboratorios Cinfa nos comentan que “la infección micótica puede ser difícil de tratar, ya que las uñas crecen muy poco a poco y, además, reciben poco suministro de sangre. Por tanto, es recomendable actuar con rapidez en el primer estadio de la infección, sin esperar a que se agrave el problema. El tratamiento recomendado se basa en la administración de medicamentos antifúngicos orales.

Los tratamientos tópicos pueden usarse como complemento al medicamento oral o cuando este esté contraindicado y como alternativa en infecciones tempranas, con afectación leve (menos de un 80% de la superficie afectada) y que alcance a dos uñas como máximo”.