Según este estudio, el ránking de trabajos que más café toma empieza por el sector servicios, los que preparan comida, les siguen científicos, representantes de ventas, trabajadores de marketing o relaciones públicas, enfermeros, auxiliares, asistentes sociales, periodistas, escritores, editores, trabajadores de los medios, ejecutivos, profesores, informáticos y profesionales de las tecnologías.

Tomar café se ha convertido en un ritual en muchos trabajos, en reuniones, en presentaciones… los famosos desayunos de trabajo siempre comienzan igual, ¿un café? Ahora ya se han añadido todos los formatos posibles de tés, por aquello de ser más natural, teñir menos los dientes y provocar menos taquicardias.

Hay quien dice que el café interviene durante la denominada “depresión postvacacional” puesto que, gracias a la cafeína, el cuerpo se activa y lo prepara para una intensa jornada. Así, una de las bebidas más consumidas en todo el mundo se hace imprescindible en la vuelta tras las vacaciones.

Marketing y enfermería, adictos al café

Turnos nocturnos, largos, maratonianos, sorpresas, cambios de última hora, emergencias… dos profesiones que hacen que se conviertan en amantes del café por necesidad en muchas ocasiones. En muchas ocasiones el café actúa como activador mental.

Del estudio y la encuesta vemos que el 63% de los trabajadores más cafeteros consumen esta bebida dos o más veces al día. Las mujeres necesitan (un 47 %) necesitan tomar café para ser más productivas, y entre las edades más jóvenes (de los 18 a los 24 años) se confiesan más cafeteros cuando les toca rendir en el trabajo (62 %), frente al 58 % de los trabajadores en edades comprendidas entre los 25 y los 34 años.

Pero como en todo, están los que aman el café sobre todas las cosas y sienten su chute de energía al instante, o quienes sólo necesitan uno por la mañana. Los primeros pertenecen al grupo de quienes metabolizan la cafeína muy rápido, mientras que el segundo son más “lentos” metabolizando esta sustancia. El responsable es el gen, CYP1A2, el cual se encarga de codificar la enzima encargada de descomponer la cafeína, según afirma la revista Nature. Este gen tiene dos tipos de variantes, una que hace que se metabolice la cafeína de forma mucho más lenta, y su opuesta, que pertenece a la variante “rápida” de este gen.

Tomar café en la oficina se ha convertido en un ritual de las relaciones sociales, es el momento más distendido de la mañana que también tiene su vertiente creativa: compartir ideas, tratar temas del trabajo, situaciones personales, etc. Fomentan un ambiente de trabajo de confianza.

Gracias a su alto contenido en cafeína, el café estimula la actividad cerebral y la concentración. Además, al contrario que las bebidas energéticas, la cafeína presente en el café se combina con los antioxidantes presentes en esta bebida, lo que le confiere además beneficios cardiovasculares en su justa medida.