Somos lo que comemos. Y si bien es cierto que en verano todo se modifica, no llevamos una dieta estricta, hay transgresiones, comemos a deshoras, más cantidad, más grasa, más alcohol… hay algunos alimentos que poco a poco debemos introducir en nuestra vida para que todo vuelva a ser normal, especialmente nuestra piel, que lucirá mucho más saludable.

María Arana, fundadora de la firma Bliss á Porter, dedicada a la cosmética natural y hedonista, afirma que alimentos ricos en vitaminas, antioxidantes o contenidos grasos Omega 3 ayudan a mantener la piel más sana.

El agua

Gracias al agua la piel se mantiene hidratada conservando su elasticidad, purificándose y a su vez, se genera una barrera protectora frente al sol o el frío. Es imprescindible beber diariamente entre 2 y 4 litros de agua.

Vitaminas y minerales

Las vitaminas A, C, E y K son totalmente necesarias para el organismo, y más concretamente para la piel. En el caso de la primera, se puede adquirir de alimentos como la leche, huevos, patatas o zanahorias, y aportan unos altos niveles de hidratación a la piel, además de favorecer la desaparición del acné. Junto con estos alimentos, los tomates, los pimientos y los cítricos no deberían faltar en la dieta.

“Contienen licopeno, vitamina C y otros antioxidantes que contribuyen a mantener la dermis firme. Además, protege de los efectos de los radicales libres y actúa contra el envejecimiento de la piel”, afirma Arana. La regeneración de la piel e hidratación vienen de la mano de la vitamina E. Se trata una sustancia esencial para pieles secas y un poderoso antioxidante. Desde Bliss á Porter, aconsejan que alimentos como las nueces de Brasil ayudan a mantener la integridad de la elastina, proteína que junto al colágeno, constituye la estructura de sujeción de la piel.

Antioxidantes

Los antioxidantes son capaces de evitar la oxidación, el desgaste de la dermis y los radicales libres, por lo que el consumo de alimentos que lo contengan es clave para mantener una piel joven y saludable. Es importante consumir alimentos como los frutos rojos, brócolis, tomates, té verde, frutos secos y por supuesto, los también ricos en vitamina C como son los cítricos, kiwis, pimientos o piña entre otros.

Omega 3

Granos y semillas tales como la quínoa y la chía, así como la avena y el trigo integrales son una fuente de fibra y energía de lenta liberación, lo que favorece la sensación de saciedad y nos previene de los antojos de azúcar que nos asaltan a media mañana. Según afirma la experta María Arana, tienen una acción anti-envejecimiento. La quínoa contiene riboflavina, que contribuye a mantener la elasticidad de la piel y los granos de chía aportan ácidos grasos Omega 3.

Estos ácidos grasos ayudan a rejuvenecer y revitalizar la piel, así como a mejorar y mantener el tono de ésta reduciendo la síntesis de la melanina. Además, mantienen la dermis hidratada y suave. La grasa de pescados como el salmón, el atún, las sardinas o la caballa son alimentos ricos en Omega 3 que previenen enfermedades de la piel como la psoriasis, las alergias o el acné.

Cacao

Sus beneficios van desde la revitalización y regeneración de la piel hasta su capacidad antioxidante contra el envejecimiento del cutis. Tomar chocolate, en el que la presencia del cacao sea lo más pura posible se convierte en una necesidad para el cuerpo. Es un alimento que tiene un alto contenido en vitaminas, minerales y fibra.

Con una correcta alimentación la piel se verá más bonita y saludable; una dieta inadecuada hará que ésta se encuentre más apagada, seca y tirante.