Deporte y Vida

PSICOLOGÍA

Nuestro estado de ánimo no se lleva bien con el calor

El cuerpo reacciona con estrés para intentar sobrevivir a las altas temperaturas a las que se enfrenta en verano, una combinación no muy positiva.

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Nuestro estado de ánimo no se lleva bien con el calor
KATIA CHRISTODOULOU EFE

El verano es una temporada de altas temperaturas que altera nuestra rutina de dormir, de comer, de descansar, de relacionarnos con los demás… es bueno para algunos, pero a otros les afecta a muchos niveles. El psicólogo experto en gestión de la tristeza y desarrollo personal Jesús Matos, nos cuenta que “se trata de un cambio importante en nuestro medio y como tal, el cuerpo tiene sus mecanismos para intentar adaptarse. Cuando las temperaturas se elevan, el cuerpo reacciona con estrés para intentar sobrevivir”.

El ser humano es un ser vivo de sangre caliente, lo que quiere decir que su organismo es capaz de mantener la temperatura interna a niveles constantes sin necesidad de que intervengan variaciones externas.

Sin embargo, cuando la temperatura supera los 40 grados, el cuerpo comienza a exteriorizar síntomas de cansancio, tanto físicos como psicológicos. Es aquí, cuando el cerebro empieza a reaccionar con emociones como la ansiedad, el estrés, la impaciencia, el mal humor, etc.

Una de estas respuestas se produce mediante la conciliación del sueño. Con las altas temperaturas el descanso se vuelven más difíciles, siendo frecuente la experimentación de insomnio. Estas reacciones se tratan de una alarma biológica que ayuda a la persona a escapar de lo que le hace daño en este caso, el calor.

Frente al calor extremo del verano, un calor soportable y de temperaturas un poco más moderadas hacen a las personas más felices. Se disfruta al mismo tiempo de más horas de luz, lo que se traduce en estados anímicos más alegres y dinámicos.

Para disfrutar al máximo de estos beneficios Jesús Matos, recomienda algunas pautas para combatir y distraerse del calor, y recuerda la importancia de esta última acción: “hay que intentar distraerse de la sensación de calor, ya que focalizar la atención en las respuestas fisiológicas hacen que las respuestas emocionales ante las altas temperaturas sean más intensas, más duraderas y más frecuentes”.

-Hidratarse, beber agua, evitando que llegue el temido dolor de cabeza.

-No salir en las horas centrales de máximo calor. No es quedarse en casa, es cambiar los horarios para sufrir menos.

-Para ayudar al cerebro a la hora de descansar mejor, es conveniente tener un horario para irse a dormir. Las rutinas son muy beneficiosas.