Estas frases tan rotundas corresponde a Sara Werner, experta en cosmética química. La experiencia y ver las consecuencias que la toxicidad de lo que nos rodea tiene en nuestro organismo la ha hecho ir un paso más allá, y además de dar la voz de alarma, nos da toda la información posible para poder elegir. Hablamos con ella para Deporte y Vida, y lo que nos cuenta nos pone los pelos de punta.

“Que un producto sea natural no significa que sea bueno; que un producto tenga ingredientes químicos no significa que sea malo”, nos comenta.

“Los ingredientes químicos están regulados y registrados en la lista REACH y sometidos a pruebas de toxicidad general, ecotoxicidad, propiedades físico-químicas y seguridad química. Pero no tienen en cuenta el efecto acumulativo, el efecto tiempo (ponerme poco un ingrediente puede ser inocuo, pero ¿qué pasa si me pongo un poco hoy, otro poco mañana y durante meses o años?) y tampoco estudian el efecto cóctel (si me pongo un producto X y luego un producto Y… ¿qué sale de esa combinación? Los ingredientes químicos están regulados, pero no como deberían”, afirmó tajante la experta

“En 2016, ha habido dos condenas a Johnson & Johnson por la relación de los polvos de talco con el cáncer de ovario. Durante 20 años, cada día, en la zona genital femenina, un 66 % aumenta la posibilidad. Es un dato brutal. Este hecho se sabe desde 1971”.

Es un tema el de la reiteración en el que incide mucho. Y es cierto que la cosmética es muy recurrente a lo largo de nuestra vida. Desde que somos bebés utilizamos productos para el cuerpo, el rostro, el cabello, y según vamos creciendo vamos incrementando su uso.

El futuro

“Hay iniciativas que abogan por una cosmética libre de tóxicos, como la de Environmental Working Group en Estados Unidos (en cuya página puedes comprobar si los ingredientes de tus cosméticos son o no perjudiciales), el movimiento Free From en Gran Bretaña y Cocunat en Europa, que tengo el honor de dirigir y co-fundar. Ya nada justifica una cosmética tóxica. La nueva cosmética puede ser segura, saludable, sostenible, cruelty free, duradera y tan o más efectiva que la convencional”, explicó. “

Así es Cocunat Natural & Toxic Free

“Todo esto hizo que yo decidiera montar una empresa para que fuera 100 % libre de tóxicos. Somos tres químicos, en la empresa actualmente trabajamos 15 personas que analizamos cada ingrediente, y sólo vendemos productos 100 % libres de tóxicos. Ahora hemos lanzado también nuestra propia marca, Cocunat, para que la gente conozca que hay una alternativa, que es fácil, que no tiene por qué ser cara, y que te hace sentir segura, saludable. Por supuesto, todo es unisex, apto para niños, bebés…

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Cómo surge la idea

Sensibilidad Química Múltiple. Son las tres palabras que el origen de Sara Werner en este mundo. Su madre enfermaba al oler un perfume de alguien que pasaba por la calle hasta el punto de asfixiarse. Con algunos tintes de camisetas se irritaba tanto su piel que parecía que se quemaba. En contacto con algunos detergentes, los vómitos y las migrañas eran constantes. Incluso con manzanas aparentemente libres de tóxicos, le ocurría. Su madre tenía Sensibilidad Química Múltiple. Y eso la hacía enfermar. Tuvo un cáncer, y en la búsqueda por encontrar productos que no la afectaran empezó a estudiar química, y se dio cuenta de lo difícil que era encontrar algo bueno para la salud. Me empecé a dar cuenta de que no eran químicos o sintéticos que afectaran a mi madre, sino que nos afectan a todos.

¿Dónde podría haber empezado todo?

“Nos tenemos que ubicar, esto pasó tras la Segunda Guerra Mundial, hubo babyboom, de nuevo había dinero, la gente necesitaba productos baratos, estables y que duraran mucho tiempo. El cristal ya no era bueno así que mejor utilizar el plástico que lo reutilizo. Todo en pos del progreso, pero no se pensó que todos esos avances podrían ser malos para la salud”, nos cuenta.

“Poner uranio para pintar las manecillas de los relojes y que brillaran por la noche era malo. Pero no se pensó. No es una conspiración, es que se necesitaban una serie de mejoras rápidas pero no se paró a pensar qué suponía para la salud”, afirma.

Alergias, pieles atópicas, cáncer de mama… ahora estamos concienciados con lo que comemos, la contaminación, pero… ¿y la cosmética? “Las mujeres utilizamos una media de 17 productos de media y seis los hombres cada día. Esos ingredientes no son inocuos. Cada año eso va generando algo. En los años ‘90 nos ponían la misma excusa con el tabaco. La cosmética la usamos desde que somos bebés… con 20 años ya llevamos 20 años poniéndonos cosmética. Cada día de nuestra vida. Nadie está hablando de esto, y nosotros queremos que se sepa que hay una alternativa, que existe, que es igual de duradera, incluso puede aguantar abierto 36 meses, ahora no hay excusas”.

La lista Reach

¿Qué hay de la presión de las marcas? “Más que hacer presión, que sí, hubo un proyecto para regularizar los tóxicos de los cosméticos, como un decálogo de los ingredientes, un test para ponerlo en el mercado, pero los lobbys de la cosmética hicieron una presión muy fuerte diciendo que la gente podía quedarse sin trabajo en el mundo químico. Tres cosas no entraron en el análisis,

el efecto acumulativo

el efecto cóctel

el tiempo

“Estos tres análisis se desecharon, no se está haciendo un estudio sobre la salud humana. De 12.500 químicos que hay en la cosmética, 2.400 ingredientes sabemos qué consecuencias tienen para la salud humana; 1.200 son considerados por la UE, FDA y la OMS como tóxicos. Uno de cada dos analizados”,

¿Y por qué se siguen utilizando? “Se siguen usando porque son fáciles, más baratos; para hacer una cosmética puedes hacerlo de dos maneras, por un lado siendo transgresor empezando una nueva formulación, o usando lo que se está haciendo ahora. Los parabenos son uno de los conservantes más potentes que hay. ¿Y qué hay para mi salud?”

“Ya no hay excusa, existe la cosmética sin tóxicos. Como consumidores debemos exigir que la industria cambie. Los gobiernos deben darse cuenta que nos están envenenando”.