Muchas son las razones por las que una mujer no se queda embarazada. Los avances médicos del sector van abriendo puertas y el éxito de los ensayos en la felicidad de todas las que esperan un cambio. Por eso hoy destacamos un bebé traído al mundo gracias a un transplante endometrial de células madre, una experiencia única a nivel mundial.

Desde Clínicas Eva, su directora médica Fulvia Mancini, nos cuenta cómo es en detalle esta técnica. “Este alumbramiento es un hecho excepcional”, tal como explica la ginecóloga, no se puede considerar aún como una técnica normalizada al servicio de la paciente en clínica. De momento.

Cómo es el proceso

El proceso, uno más de los englobados en la medicina regenerativa es el siguiente: se inyectan en el útero unas células madre procedentes de la médula que tienen capacidad de regenerar los vasos sanguíneos y que, en el caso que nos ocupa, hacen lo propio en el endometrio.

-El primer paso es estimular a la paciente mediante infiltraciones de factores de crecimiento que incitan a la médula a producir las células madre (llamadas BMDSC-Bone Marrow-Derived Stem Cells).

-Pasados cinco días, se procede a la extracción de las que son capaces de regenerar los vasos sanguíneos.

-Posteriormente se inyectan en el útero a través de la arteria femoral.

-Las pacientes van tomando hormonas para estimular el crecimiento endometrial y a lo largo de los primeros dos meses se puede observar una mejora en el grosor de esta parte del útero, la destinada a albergar el embrión.

-El efecto que permite esta transformación desaparece a los seis meses del tratamiento.

“La infiltración con células madre está pensada para dos tipos de pacientes, quienes padecen bien atrofia endometrial, bien Síndrome de Asherman. En el primer caso, se trata de pacientes que sufren de adherencias y cicatrices en el interior del útero. En el segundo caso, el grosor del endometrio no es el suficiente para cumplir su función reproductiva”, aclara la directora médica de Clínicas Eva.

La incidencia del cáncer

Las enfermas oncológicas pueden llegar a desarrollar fallo ovárico, o lo que es lo mismo, incapacidad para producir óvulos. En este caso, hay otro proceso que podría ser un éxito dentro de poco: la impresión de órganos en 3D. La universidad norteamericana de Northwestern, en Chicago ha publicado un informe sobre la implantación de ovarios artificiales en ratones, realizados mediante impresora 3D, con resultados satisfactorios, se logró la creación de óvulos e incluso algún nacimiento.

Aunque aún es pronto para que estos avances se pongan en práctica en humanos, no dejan de ser pasos positivos.