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El cardo mariano: excelente protector para la salud

El ingrediente activo del cardo mariano es la silimarina, que protege contra el daño celular y estimula la reparación del tejido del hígado. En numerosos estudios contra el cáncer están apareciendo resultados positivos.

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El cardo mariano: excelente protector para la salud

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos considera el cardo mariano como uno de los frutos y semillas se han utilizado durante más de 2000 mil años como tratamiento para los trastornos hepáticos y biliares. El ingrediente activo del cardo mariano es la silimarina, que protege contra el daño celular y estimula la reparación del tejido del hígado.

El cardo mariano se usa desde hace mucho tiempo como terapia complementaria y alternativa, en especial, para malestares del hígado. Se han llevado a cabo estudios de laboratorio del cardo mariano en líneas celulares y tumores de animales por su potencial para hacer que la quimioterapia sea menos tóxica y más eficaz, además de retrasar el crecimiento de las células del cáncer.

En general, el cardo mariano se toma en cápsulas o comprimidos. En los Estados Unidos, el cardo mariano se vende como suplemento alimentario-herbario. Se han realizado ensayos clínicos sobre el cardo mariano en niños con leucemia. No suelen presentarse efectos secundarios debido al uso del cardo mariano o la silimarina y cuando se presentan son leves.

El cardo mariano contra el cáncer

No se sabe si el cardo mariano aumenta o disminuye la eficacia de las medicinas contra el cáncer o de otros medicamentos cuando se toman al mismo tiempo. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) no ha aprobado el uso del cardo mariano como tratamiento del cáncer o de otra afección.

Estudios sobre el cardo mariano

En varios estudios a pequeña escala se investigó si el cardo mariano ayudaba a reducir los efectos dañinos del tratamiento del cáncer, y si servía para el tratar la enfermedad.

En un estudio clínico aleatorizado en niños con leucemia linfoblástica aguda se descubrió que la silimarina reducía los efectos dañinos de la quimioterapia en el hígado sin repercusiones negativas para el tratamiento del cáncer. Los niños que tomaron silimarina necesitaron menos reducciones en la dosis de quimioterapia por efectos secundarios, que los niños que no tomaron el cardo mariano.

En un ensayo clínico aleatorizado en hombres sometidos a cirugía para extirpar la próstata se observó que una combinación de silimarina y selenio mejoró la calidad de vida, redujo el colesterol, y aumentó la cantidad de selenio en la sangre.

En un estudio de observación no aleatorizado de mujeres con cáncer de mama, que se habían sometido antes a cirugía y radioterapia, se descubrió que una crema a base de silimarina ayudó a prevenir reacciones en la piel a causa de la radioterapia.

En un ensayo clínico de fase I con 3 pacientes que padecían de cáncer de hígado avanzado y funcionamiento disminuido del hígado, se intentó determinar la dosis máxima de fosfatidilcolina de silibina que los pacientes toleraban sin problemas. Un paciente obtuvo mejoras en el funcionamiento del hígado y reducción de los signos de inflamación.

En varios ensayos clínicos se analizó el uso del cardo mariano o la silimarina para el tratamiento de pacientes con hepatitis, cirrosis o trastornos de los conductos biliares. Las dosis en estos ensayos eran muy variadas y se obtuvieron resultados desiguales. En un ensayo de terapia biológica para pacientes con hepatitis crónica, los pacientes que tomaron silimarina tuvieron menos síntomas y una mejor calidad de vida, en comparación con los pacientes que no tomaron silimarina. Los efectos beneficiosos de la silimarina que se observaron en algunos estudios parecen indicar que la silimarina tal vez sirva en la prevención de la hepatitis o del cáncer de hígado, pero en ningún ensayo clínico se estudió el uso de la silimarina para la prevención.

Se comprobó que la silimarina aumenta la eficacia del tratamiento de quelación del hierro, que elimina el exceso de hierro de la sangre de los pacientes que reciben múltiples transfusiones sanguíneas.

El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, afirma de nuevo que en vista de las limitaciones de los estudios de investigación sobre el cardo mariano en pacientes de cáncer, no se recomienda su uso como tratamiento del cáncer, salvo en ensayos clínicos diseñados con precaución para tal propósito.