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Qué puede salvarte la vida si tienes un infarto

Ante un infarto lo fundamental es mantener la calma, avisar a emergencias y esperar indicaciones. La Sociedad Española de Cardiología y la Guía del SAMUR nos dan las pautas.

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Qué puede salvarte la vida si tienes un infarto

Si estás leyendo es que te interesa, y mucho, cómo salir vivo de un infarto. Estás solo en casa, en la oficina, o con niños que no pueden ayudarte. Sientes que algo falla, que te estás quedando sin energías y que el corazón late de modo débil. Es un ataque al corazón y tienes apenas unos segundos antes de desmayarte.

Coloquialmente conocido como infarto, el infarto de miocardio aparece por un riego sanguíneo insuficiente debido a la obstrucción de una arteria. Esta animación te muestra cómo se produce la necrosis del músculo cardiaco y cuáles son sus causas, síntomas y consecuencias. Para ello, hablamos con la Fundación Española del Corazón.

¿Cómo se produce el infarto agudo de miocardio?

-Las arterias coronarias se estrechan

-El oxígeno no llega al miocardio

-El miocardio, al no recibir oxígeno, no puede producir energía para moverse

-Mueren las células del tejido que no reciben sangre (el tejido se necrosa)

¿Por qué se produce el infarto agudo de miocardio?

Las arterias coronarías se pueden estrechar por distintas causas. Las más comunes son un coágulo de sangre y la aterosclerosis (depósito e infiltración de grasas en las paredes de las arterias) que se va produciendo progresivamente facilitado por los factores de riesgo que señalamos a continuación.

Factores de riesgo que pueden ocasionar la obstrucción de las arterias coronarias

-Hipertensión

-Colesterol alto

-Tabaco

-Obesidad

-Sedentarismo

-Edad avanzada

Síntomas del infarto

En la mayoría de ocasiones no se presentan todos los síntomas, sino una combinación variable de algunos de ellos:

-Habitualmente dolor tipo peso en la zona del esternón que no se modifica con los movimientos ni con la respiración, bastante intenso y en ocasiones se irradia hacia mandíbula, cuello y espalda, brazo izquierdo, y en algunos casos brazo derecho. Se puede asociar a sudor frío y mareo.

-Otras veces se manifiesta con dolor en la parte alta del abdomen, dificultad para respirar, ganas de vomitar y pérdida de conocimiento.

Qué hacer ante un infarto

El protocolo de seguridad ante un infarto salva vidas.

Tal y como explica SAMUR-Protección Civil es su “Guía de Primeros Auxilios”, lo primero es colocar a la víctima en una posición en la que se encuentre cómoda para, después, llamar al 112.

-Si la persona está consciente, hay que intentar hablar con ella para saber si ya ha sufrido estos síntomas alguna vez. Si es así, tendrá su propia medicación. Es fundamental que la tome. "Si no tiene medicación y no es alérgico a ella, puede darle media aspirina", explica SAMUR-Protección Civil.

-Aflójar el cinturón, el pantalón, la camisa... Toda prenda de ropa que pueda oprimir a la víctima, y controla sus signos vitales. Si queda inconsciente, hay que valorar su respiración: si respira, colócala en posición lateral de seguridad; si no respira o su respiración es ineficaz, hay que iniciar la reanimación cardiopulmonar.

-Cuando lleguen los servicios de emergencia, explícales todo lo que ha ocurrido.

Qué no hacer

-Dar una medicación que no sea la que le hayan recetado al propio paciente, aunque un viandante le diga que él la toma para estos mismos síntomas.

-Permitir que la persona haga cualquier esfuerzo, como andar o subir escaleras.

-Dar comida o bebida a la víctima.

-Si se atraganta, los esfuerzos para toser o las náuseas empeoran la situación.

-Poner nerviosa a la víctima, porque la angustia empeora la situación del paciente y aumenta la demanda de oxígeno del corazón.

-Trasladar directamente a la víctima por sus medios sin esperar a los Servicios de emergencias médicas.

Asistencia en red del infarto

La implementación de los sistemas de redes de asistencia especializada en el tratamiento del infarto agudo de miocardio (IAM) tiene una relación directa con la mejora de resultados. Así nos lo cuenta la Sociedad Española de Cardiología. De hecho, favorece el aumento de uso de la técnica de elección actual, la intervención coronaria percutánea (ICP) primaria (también denominada angioplastia primaria), así como la reducción de la mortalidad hospitalaria por IAM. Lo demuestra un estudio recién publicado en Revista Española de Cardiología (REC), que durante los años 2003 y 2012 analizó cómo influye en estos resultados la implantación de diferentes sistemas de asistencia de los pacientes con IAM en las comunidades autónomas.

Tras evaluar una muestra de 302.471 casos de alta hospitalaria por infarto a nivel nacional, se concluye que la tasa de mortalidad bruta de los pacientes tratados con ICP (del 4,8%) era la mitad que la de aquellos tratados con otra técnica clásica, la fibrinólisis (disolución de un coágulo de sangre mediante un fármaco).

En concreto, tal y como explica el doctor Ángel Cequier, primer firmante de este estudio y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la implementación de redes de reperfusión se asoció con un aumento en la tasa de ICP del 50%, y una reducción de la mortalidad hospitalaria del 10,2% en 2003 al 6,8% en 2012 (reducción relativa del 33%)”. Y una reducción del 14% de la tasa de mortalidad ajustada por riesgo. La ICP primaria consiste en obtener la apertura de la arteria ocluida responsable del infarto mediante un catéter con la implantación de un stent (malla) en el segmento ocluido. Se debe conseguir con la mayor rapidez posible”.

El deporte, nuestro gran aliado

Una de las recomendaciones que el colectivo médico realiza con más insistencia es que incluyamos la práctica deportiva entre nuestras rutinas. Hay muchas razones para prescribir el deporte, pero entre ellas destaca una por encima del resto: no practicar ejercicio físico puede llegar a perjudicar seriamente nuestra salud.

Prueba de ello es que el sedentarismo ya está considerado por la Organización Mundial de la Salud como el cuarto factor de riesgo de mortalidad, causante del 6% de las muertes que se producen en el mundo. Además, es especialmente importante combatirlo si queremos evitar enfermedades cardiovasculares porque la inactividad causa el 30% de las cardiopatías isquémicas (infarto y angina de pecho).