La levadura nutricional es una levadura inactiva que se cultiva en la melaza de la caña de azúcar o la remolacha, para después someterse a un procedimiento de pasteurización y secado. No la confundamos con la levadura de cerveza, que es un subproducto de la fabricación de ésta y tiene un sabor amargo, al contrario que la nutricional, que es ligeramente salada y parecida a los frutos secos en el paladar. Su color es amarillo y se presenta en forma de copos, gránulos o en polvo. Se puede agregar a una gran variedad de comidas, incluidos batidos o sopas, para gratinar platos de pasta o espolvorear sobre ensaladas.

Su gran valor nutritivo se debe a que es una gran fuente de proteína y vitaminas, especialmente del complejo B. Posee tiamina, riboflavina, niacina, hierro, selenio, magnesio y zinc, además de ser baja en sodio y grasa.

Beneficios de la levadura nutricional

1. Contribuye a fortalecer el sistema inmunológico a través de compuestos trehalosa, manano y glutatión.

2. Para deportistas: la presencia de hierro contribuye a evitar la anemia, el selenio ayuda a reparar el daño celular y el zinc es buenísimo para reparar los tejidos y cicatrizar heridas

3. Los probióticos y su alto contenido en fibra han demostrado efectos benignos sobre la flora intestinal y la digestión.

4. Proporciona proteína de alto valor biológico, ya que contiene 9 de los 18 aminoácidos que el cuerpo no puede producir por sí mismo. Así, la levadura nutricional es un producto muy buscado por veganos y vegetarianos, ya que un déficit de proteína puede ralentizar el organismo, falta de energía y fatiga.

5. Refuerza la salud de la piel y el cabello. Contiene vitaminas del grupo B y zinc, que cuidan el buen estado de salud de la piel, mejoran su aspecto y ayudan a combatir el acné crónico y reducir los síntomas del envejecimiento prematuro.