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FISIOTERAPIA

Fisioterapia para Semana Santa: consejos para costaleros

El Colegio de Fisioterapeutas aconseja a las personas que acudan a las procesiones y que permanecen mucho rato parados de pie, que se protejan del frío o del sol directo en Semana Santa 2017

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Fisioterapia para Semana Santa 2017: consejos para costaleros procesiones

Empieza la Semana Santa y, si el tiempo lo permite, muchos costaleros saldrán con sus pasos a recorrer las ciudades. Imágenes y escenas religiosas pesadas que afectan directamente a la espalda de los costaleros y el resto de articulaciones. Os damos hoy consejos de fisioterapia para recuperar y, sobre todo, para evitar futuras lesiones.

Recomendaciones del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid

El sedentarismo, el estrés, la falta de preparación previa y un estado de salud no acorde con el esfuerzo que se va a realizar, son factores de riesgo a tener en cuenta. El secretario general del CPFCM, José Santos, explica que las lesiones más frecuentes entre los costaleros son las patologías lumbares y cervico-dorsales, así como los problemas de rodilla o tobillo. Además, "la mala distribución de los costaleros bajo el paso origina la aparición de lumbalgias, hernias, cervicalgias bajas, epicondilitis (codo de tenista), esguinces de rodilla y tobillo y roturas meniscales, entre otras, ya que puede haber tantas lesiones como comportamientos bajo el paso".

Para evitar llegar a padecer estas dolencias, Santos recomienda a los costaleros que acudan a un profesional sanitario antes y después de Semana Santa. "Un costalero es un atleta eventual por lo que debe preparase con tiempo suficiente. En nuestro caso, los entrenamientos y ensayos empiezan, al menos, tres meses antes de las procesiones", señaló.

¿Cómo inciden los pasos en el cuello de la Semana Santa 2017?

Hablamos con el enfermero y fisioterapeuta José Ángel Arroyo, "el peso que se recibe del costal a través del cuello cae sobre C7, que es de las cervicales la más prominente, y está justo al final del cuello en línea con los hombros. Esta vértebra cuando recibe el peso produce un adelantamiento de la cabeza y se producen unas tracciones en todo lo que es la fascia del cuello. Ésta, para soportar la carga, lo que hace es que sustituye parte del agua que contiene por grasa para soportar esas tracciones, y por eso aparece lo comúnmente llamado morrillo o chepita".

Para soportar el peso adecuadamente y preparar el cuello para Semana Santa nos comenta a Buenavida+ "lo que hay que hacer es trabajar mucho los trapecios, el elevador de la escápula y trabajar la musculatura paravertebral cervical, esos tres grupos de músculos principales para cuando el peso del paso caiga la musculatura sea capaz de soportarle y el impacto sobre la estructura sea más liviano. Con un grupo de músculos apropiados habrá menos disminución del espacio entre las vértebras y menos sufrimiento de los discos intervertebrales", afirma Arroyo.

¿Qué hacer tras la jornada de procesiones?

"Para después, una vez que ya se ha hecho la compresión producida por el peso, lo que hay que hacer es estirar, por supuesto; intentar descansar de forma horizontal adecuadamente para reducir las tensiones sobre la zona, y no estaría mal aplicar un poquito de calor. Y, por supuesto, masajear apropiadamente para liberar las contracturas o el hipertono de defensa que se ha generado durante el esfuerzo físico.

Rodillas, cadera, tobillos

"Como el peso cae directamente sobre la columna, baja hacia los pies y, evidentemente todas las articulaciones que son susceptibles de la compresión, sufren. El tobillo sufre y la rodilla sufre. Además, el problema es que muchas veces las zapatillas de costalero son planas, alpargatas, y al no llevar ningún tipo de cámara de aire ni de amortiguación, puede hacer que sufra un poco la fascia del pie por ese impacto que se produce", afirma Arroyo.

El Colegio de Fisioterapeutas también aconseja a las personas que acudan a ver el paso de las procesiones y que permanecen durante mucho rato parados de pie, que se protejan del frío o del sol directo, "llevar algo de bebida para estar bien hidratado y tener preparado algo de fruta por si tenemos un problema de bajada de azúcar". Además, si es posible, Santos sugiere que es conveniente llevar un silla plegable para esperar sentado, "nuestro pies y la zona lumbar nos lo agradecerán". Si no es posible, comenta, "hay que descansar la espalda apoyándola en una pared cercana y no se debe estar mucho tiempo con los pies juntos, sino ir alternado un pie delante y otro detrás para repartir el peso de nuestro cuerpo y no sobrecargar las rodillas".