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SAN PATRICIO

Cerveza negra vs rubia: las siete diferencias

Enfrentamos la bebida nacional irlandesa con la caña típica española: calorías, maridajes, temperatura de servicio… ¿Cuál es mejor?

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Cerveza negra vs rubia: las siete diferencias

Cada 17 de marzo se celebra Saint Patrick´s Day una festividad en la que se conmemora el santo patrón de Irlanda, San Patricio. Las calles y atuendos de las ciudades irlandesas se bañan de verde y las pintas de cerveza se sirven de tres en tres. De hecho, según la empresa financiera WalletHub, sólo en este día se tiran 13 millones de pintas de Guinness Draught (la cerveza insignia del gigante cervecero irlandés) en todo el mundo. Los irlandeses son tan particulares con su cerveza que la calidad con la que se sirve una Guinness en un pub “puede hacer quebrar el negocio si se hace mal” nos relata Brian Grieve, un joven científico irlandés que vive en Dublín. Y aunque, según Grieve, cada vez menos gente joven se entusiasma con “Paddy’s Day” (la manera en que los irlandeses se refieren a esta fiesta), un irlandés se tomará “entre 8 y 10 pintas” de Guinness a lo largo del gran día. Vamos, que mejor no liarse con ellos a ver quién bebe más si no queremos morir en el intento. Apreciar el sabor y vivir el misticismo que rodea esta stout requiere bastante más que un par de viajes al pub de la esquina pero si quieres marcarte un puntazo y parecer un entendido cervecero te explicamos en qué se diferencia esta cerveza de nuestras queridas lagers.

1. La elaboración

La Guinness Draught es una cerveza tipo stout, se elabora a base de “cereales mayoritariamente malteados con un grado de tostado exagerado (90 y 300 EBC, unidad que mide el color de la cerveza)” nos explica Carlos A. Gómez de la Escuela Española de Cata. En su fermentación “se emplean levaduras (saccharomyces cerevisiae) que trabajan a temperaturas elevadas (entre 15º y 25º), con maduración corta” prosigue Gómez. Por su parte las lagers son un rollo completamente distinto, los cereales pueden ser “malteados o sin maltear” continúa el experto, su nivel de tostado “es muy bajo (entre 8 y 16 EBC) y en su fermentación se emplean otras levaduras (saccharomyces calsbergensis)”. Estas levaduras “trabajan a baja temperatura (entre 15º y 0º) y terminan la fermentación con una guarda (lagerin), en tanques durante dos o tres semanas” acaba Carlos Gómez.

2. El vaso

¿Por qué la Guinness siempre se sirve en pinta y en cambio en España tiramos la mayoría de nuestras lagers en caña o copa? La Guinness se sirve en pinta por una cuestión esencialmente tradicional, “en Irlanda se ha mantenido el uso de la pinta como unidad de medida en el vaso de cerveza, y por eso se sirve en una pinta (o media pinta) en todos los lugares” nos explica Francisco Ferrete Alcobet, vocal de la Junta Directiva de la Asociación Española de Técnicos de Cerveza y Malta (AETCM). En el caso de las lagers españolas tiradas en caña, tercio o servidas en botellín de 20cl la explicación podría ser más cultural, “creo que es por nuestro clima y hábitos de consumo. Con esos formatos evitamos que se nos caliente la cerveza” cuenta Carlos Gómez.

3. La temperatura de servicio

Un tema de importancia capital para los entendidos en la materia. Las stout tradicionalmente se servían a 8-9°C (bastante calentitas) pero “la tendencia de los últimos años ha ido bajando la temperatura a la que se sirve, siendo ahora 4-5°C” explica Ferrete Alcobet. En cambio las lagers se sirven “mucho más frías, de 0-2°C” aclara el experto.

4. La ocasión

Si piensas cuál es la ocasión perfecta para tomarte una cerveza es muy probable que tu respuesta sea a todas horas… y es que todos sabemos lo bien que sienta un tercio con sus aceitunitas el sábado antes de comer, pero también con la comida, la cena, en una fiesta, en una boda de día o en una de noche. Carlos Gómez explica que, en general en España, “tomamos cerveza con la misión de refrescarnos, no de degustarla”. En cambio, en países como Irlanda “no es costumbre tomar la misma cerveza a todas horas” prosigue el experto. La Guinness Draught es ideal “para la barra y picar algo, lo equivalente a nuestro aperitivo”. Por su parte Francisco Ferrete, añade que la ve como “más de pub, noche y frío”. Pero si lo que queremos es un buen jugo irlandés para la comida o la tarde-noche entonces Carlos Gómez opta por “la Guinness Original, más corpulenta y compleja ideal para acompañar platos en la comida”.

5. El maridaje

Si te vas a montar tu propio guateque san patriciano y quieres impresionar a tus invitados entonces has de saber que las stouts ligeras casan muy bien con “mariscos y salazones”, las más complejas acompañan a las mil maravillas “platos de carne” y ya en plan copa, al final de la cena, puedes servir las más corpulentas, recomienda Carlos Gómez. Si vas a hacer una fiesta más verbenera, con lagers ligeras y de poca densidad (vamos, las de toda la vida), entonces tienes derecho a acompañarlas con “platos de composición variada, y con sabores complicados (pimentones, especias picantes, etc.)” concluye Gómez.

6. Grados, calorías y carbohidratos

Vayamos a los números. Hemos comparado una stout con una lager clásica y los resultados sorprenden. Un tercio o mediana (la botella de 33cl típica) de lager tiene de media 145 calorías, 10,6 g de carbohidratos y 5 % de alcohol. En cambio, para la misma cantidad, en el caso de las Guinness, hay 126 calorías, 10 g de carbohidratos y 4% de alcohol. Pero aunque la stout apunta como menos calórica no hay que olvidar la cantidad en que nos la tomamos: “la medida de la caña cervecera es de unos 200-250 ml” explica Francisco Ferrete, en cambio, “la pinta de Reino Unido, en Irlanda y la mayoría de los países de la Commonwealth es de 568 ml”. Así, con una caña o copa te estás tomando 109 calorías pero con una pinta casi el doble, 216. Dicho de otra manera un par de cañas de lager tienen tantas calorías como una sola pinta de stout.

7. La popularidad

Aunque las lagers son las cervezas más difíciles de conseguir “por su complicado y largo proceso de elaboración”, cuenta Francisco Ferrete, “de cada 100 litros de cerveza que se bebe en el mundo, aproximadamente 90 litros son lager, 8 litros son de ale, y 2 litros son stout” concluye. Por su parte Carlos Gómez lamenta que “en nuestra cultura, por desgracia, no nos han enseñado a pedir las cervezas por el tipo y el estilo” por lo que en general cuando vamos a un bar solo pedimos “una cerveza” y en la mayoría de ocasiones siempre es una lager. Lo dicho, hay que salir de nuestra zona de confort si no queremos perdernos la riqueza cervecera que nos rodea. ¡Cheers!