De los perfumes masculinos, al igual que las fragancias femeninas, pueden extraerse un sinfín de aromas y notas diferentes. Sin embargo, las grandes industrias perfumistas continúan marchando sobre seguro y apuestan por los olores que ya funcionan en el mercado. Desde el punto de vista creativo del perfumista, no existe una distinción entre perfumería masculina o femenina. “Los perfumistas trabajamos con los olores de la naturaleza. ¿Por qué un bosque de robles es masculino?", refrenda Daniel Josier, perfumista de autor. “Esta diferenciación entre sexos siempre se ha tratado de una cuestión de marketing para segmentar el mercado”, asegura.

Desde el Renacimiento hasta el siglo XIX los perfumes no tenían sexo. Sin embargo, hoy en día, todavía los olores florales se consideran exclusivamente femeninos y los olores a madera, pino o cedro, se caracterizan como masculinos. No obstante, hay determinadas notas que van siempre mejor en una piel masculina dado que es más áspera, de poro más ancho y tiene una menor hidratación. De ahí que la fórmula se repita una y otra vez. “Los aromas que no faltan en un perfume masculino son las notas amaderadas como el cedro, el roble o el ciprés. También, las notas frescas como las cítricas u ozónicas”, señala Josier.

Olores ‘masculinos’ clave en los últimos tiempos

En la historia de la industria del perfume, la fragancia de Chanel nº 5, creada en 1921 y también pensada para el hombre, marcó un antes y un después en la industria del perfume gracias a la utilización, por primera vez, de productos químicos sintéticos que ayudaron a la fijación del olor. Con la crisis de los primeros años novente, comenzaron a explotarse los olores frescos y oceánicos con el fin de “escapar al mar”. Fue el caso de la popular Escape, de Calvin Klein, que emulaba ese olor gracias a su toque de esencia de melón acuoso que convenció a los consumidores. Este olor oceánico es, en realidad, un ingrediente denominado calone, una molécula artificial sintética que da la impresión olfativa de la costa a través de sus matices marinos.

Otro ingrediente estrella que causo sensación en el mundo entero fue el dihydromyrcenol, un compuesto orgánico de olor ultra-fresco y cítrico usado normalmente para detergentes, que se utilizó por primera vez en el popular perfume Cool Water, de Davidoff. La fragancia consiguió capturar la atención global en su lanzamiento en 1988 y, ha sido copiada por numerosas marcas desde entonces.

A finales del siglo XX se volvió a poner de moda entre los hombres el uso de perfumes intensos para parecer más sofisticados, y la fragancia que arrasó entonces fue Acqua Di Gio, de Georgio Armani, una fragancia con potentes cítricos y otros aromas frescos.

Ingredientes más usados

Los perfumes contemporáneos contienen cientos de ingredientes compuestos principalmente por aceites esenciales, derivados de extractos de plantas aromáticas naturales o productos químicos aromáticos sintéticos. Las familias de los aromas se designan con términos de clasificación tradicionales, originarios desde el 1900, y términos modernos, desde 1945. Las principales familias de aromas son las florales, el ciprés, los olores marinos, orientales, cítricos y más recientemente las denominadas “gourmand” o aromas de productos comestibles. A estos olores se le atribuyen los términos de: frescos, afrutados, picantes, amaderados, etc.

La psicología del olor en los hombres

El olor juega un papel muy importante en la seducción y puede que muchos hombres usen el mismo perfume porque les resulta efectivo a la hora de ligar con una mujer. Un estudio sobre el perfume publicado por el neurólogo Jay A. Gottfried en la Neurobiology of Sensation and Reward teoriza que los factores psicológicos a la hora de elegir un perfume difieren entre hombres y mujeres. En el informe se asegura que la mayoría de los hombres heterosexuales usan principalmente fragancias que les han comprado sus propias mujeres. Por el contrario, las mujeres adquieren la fragancia por una multitud de razones, como se llegó a demostrar en una investigación realizada por la compañía Fragance.org en la que se señalaban entre los motivos: el estado de ánimo, la personalidad o un aroma diferente dependiendo de cada ocasión.

A pesar de todo, en los últimos años, la demanda de perfumes a medida ha crecido mucho, así como las empresas que ofrecen esta opción. Pero, debido a sus altos costes, existe a mejor precio la perfumería de autor. Para Josier, es una perfumería no comercial que no ofrece “más de lo mismo”. “Se trata de buscar nuevos olores y experiencias olfativas que transmitan la individualidad masculina”, concluye.