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Cuatro aparatos de gimnasio a los que deberías quitar las telarañas

Las últimas tendencias en ‘fitness’ apuestan por cintas, pesas rusas y casi una ausencia total de máquinas. Pero algunas de estas siguen siendo tan efectivas como siempre

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Cuatro aparatos de gimnasio a los que deberías quitar las telarañas

Ya sea por que no tienes ni idea de cómo utilizarlas o porque tienes limitadas tus preferencias a la dorsalera o la máquina de femorales, hay algunos aparatos en el gimnasio en los que no te has planteado trabajar. Aunque la tendencia se incline hacia las clases de crossfit y boxeo, es posible que sea el momento perfecto para quitarle el polvo a los aparatos más olvidados de la sala, que esconden muchos beneficios.

Máquina para fortalecimiento lumbar

Las zonas que más se suelen trabajar son los brazos, olvidando a veces zonas que no consideramos tan importantes. Según Álex Lamata, entrenador personal, “fortalecer nuestra zona lumbar nos ayudará a prevenir posibles molestias propias de una mala postura. Es importante lo acompañemos de un correcto trabajo de la faja abdominal”. Apoyamos los cuádriceps sobre la máquina y usamos el tope que hace la propia máquina sobre nuestros gemelos para evitar caernos. Con la espalda totalmente recta, las manos en la nuca y los codos abiertos procedemos a subir y bajar. “Es conveniente no llegar a ninguno de los dos extremos, ni bajar hasta casi tocar con nuestra cabeza el suelo, ni subir forzando la zona lumbar generando una aumento de la curvatura de la espalda”, explica Lamata.

Paralelas

A pesar de su sencillez (o quizá por ello), no suele llamar la atención de los que visitan el gimnasio. Este aparato para trabajar pectorales y abdomen no utiliza pesas. En él utilizaremos el peso de nuestro propio cuerpo para realizar el ejercicio. Para ejecutarlo, apoyamos las manos sobre los agarres, y quedamos con los pies colgando del suelo. Algunas máquinas permiten tener un agarre más cerrado (más pegado a nuestro cuerpo) o más alejado. Como explica Álex, en este caso, cuanto más abierto más implicamos al pectoral y menos al tríceps. Sin embargo, si lo cerramos, trabajará más el tríceps. Hay que bajar, flexionando los codos hasta que formen un ángulo de 90º y subir de nuevo. Como consejo, Lamata recomienda comenzar con alguien que nos ayude en nuestros primeros días con ella. “Es un ejercicio exigente y pedir ayuda a un profesional será lo más correcto”, afirma.

Dominadas asistidas

Esta es la máquina perfecta para aquellos a los que les cuesta más la clásica dominada en barra, a pulso, o que están empezando a coger la técnica. “Se trata de un ejercicio para fortalecer la espalda” explica Alfonso Monje, técnico de sala de Gimnasios Holiday Gym. Para trabajar con este aparato nos colocamos de rodillas sobre la almohadilla, con las manos en las barras superiores. Impulsamos el cuerpo para elevarnos. “Hay que puntualizar algo importante: los pesos funcionan al contrario que los de la mayoría de aparatos: cuanto más peso coloquemos, más fácil nos resultará realizar el ejercicio, ya que la función de las pesas en este caso es realizar contrapeso de nuestro cuerpo para elevarnos”, añade. Cuanto más separadas se encuentren esas barras, más esfuerzo tendremos que realizar.

Máquina para trabajar gemelos

Tiene pocos adeptos, ya que al trabajar una zona muy concreta, solo es utilizada por aquellos que quieren definir uno a uno los músculos de las piernas. “Además, la infinita forma de trabajar los gemelos hace que ya no la encontremos en los gimnasios de ahora”, comenta Álex Lamata. Para utilizarla nos sentaremos con una barra apoyada sobre la parte superior de nuestras rodillas, donde se coloca el peso con el que queremos trabajar. Apoyando la parte delantera de la planta del pie, haremos el gesto de ponernos de puntillas despegando los talones del suelo de manera que se contrae nuestro gemelo realizando un trabajo de fuerza directamente sobre él. El consejo de Álex Lamata es empezar con pesos medios/ligeros, pues “es probable que según el entrenamiento que hayamos llevado, no lo hayamos estimulado casi y puede generarnos una contractura muy incómoda e incluso una posible rotura de fibras”.