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Un surfista rescata a un ciervo en apuros

La peculiar escena tuvo lugar en una playa de Nueva Jersey. Los protagonistas fueron un joven surfista (y socorrista) y un también joven ciervo.

Un surfista rescata a un ciervo en apuros
ABC Philadelphia

Un episodio inusual y conmovedor tuvo lugar en las costas de Belmar, Nueva Jersey, cuando un ciervo se vio atrapado en el mar y fue rescatado por un valiente surfista local. Aunque en el momento del rescate su identidad era desconocida, más tarde fue identificado como Thomas Buckley, un socorrista de 22 años de esa misma localidad. 

El incidente se desarrolló en una apacible mañana de domingo mientras el ciervo luchaba por su vida en el agua. La fotógrafa aficionada Adrienne Tully fue testigo de la situación cuando llegó temprano para capturar la salida del sol. Rápidamente, una multitud se congregó en la playa mientras observaba al ciervo nadar en el océano y luego intentar subir al espigón. La preocupación se apoderó de los presentes, pero la esperanza surgió cuando un surfista apareció en escena.

Buckley, el surfista anónimo que se convirtió en un héroe, relató su experiencia. Al llegar a la playa, lo primero que vio fue la cabeza del ciervo asomando en el agua. Inmediatamente, dejó de lado sus planes de surfear y se lanzó al rescate. A medida que nadaba hacia el ciervo, notó que el animal había nadado paralelo a la costa hasta llegar al espigón de la Avenida 13. Era evidente que el ciervo era un buen nadador, y Buckley tuvo dificultades para mantenerse a su ritmo.

La escena que siguió fue conmovedora. El ciervo, exhausto y asustado, había logrado subir a las rocas del espigón. Allí, congelado y temblando, el animal miraba el amanecer. Buckley se enfrentó a un desafío considerable para persuadir al ciervo a dirigirse hacia la seguridad. Intentó asustarlo y guiarlo hacia el agua, pero el ciervo parecía confundido y aterrado.

Después de una larga y ardua labor, el surfista logró que el ciervo comenzara a dirigirse de regreso a la costa. Siguió al animal zigzagueando detrás de él para guiarlo en la dirección correcta. Hubo un momento de tensión cuando el ciervo pareció querer regresar al mar, pero finalmente, la paciencia y determinación de Buckley prevalecieron. El ciervo regresó a tierra firme y, sin mirar atrás, corrió hacia la seguridad del bosque.

El surfista, tras su acto de valentía y compasión, se retiró del escenario de manera anónima. Su identidad permanece en secreto, en un gesto humilde y sincero que lo convierte en un verdadero héroe.