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Con el cambio climático, cada vez más surf en el Mediterráneo

Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili concluye que cada vez hay más olas y días óptimos para la práctica del surf debido al cambio climático.

Olas de temporal rompen con fuerza frente al hotel W en Barcelona.
265 dias sin olas

Las consecuencias de la emergencia climática siguen dejando su huella en los ecosistemas marinos, y esta vez el Mediterráneo es el epicentro de un fenómeno en aumento: el incremento de las olas en sus aguas durante las últimas tres décadas. Este cambio se debe a las alteraciones climáticas, según lo establecido en un estudio realizado por la Universidad Rovira i Virgili.

El análisis se centró en el comportamiento marino observado en boyas ubicadas en puertos de la península Ibérica a lo largo de treinta años. Los resultados evidencian que la crisis climática está provocando un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas en el Mediterráneo. Este fenómeno plantea la posibilidad de que la región se convierta en un nuevo destino turístico para los entusiastas del surf.

"El cambio climático está generando fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. Puede que aumenten los días óptimos para practicar esta actividad, pero eso no implica necesariamente tener un mes entero de condiciones óptimas", señala Anna Boqué, surfista e investigadora del Centro de Cambio Climático de la URV.

Boqué ha desarrollado un método para predecir los momentos más propicios para el surf. En lugares como Cambrils, por ejemplo, se considera que el final del verano y las primeras horas del día son ideales para esta práctica.

La industria turística ligada al mar celebra esta noticia, ya que ahora podrá anticiparse a los momentos de mayor oleaje, maximizando así el creciente interés en este deporte acuático. "Aunque haya olas de menor tamaño (y con menor período que en otras partes), tienen la suficiente fuerza como para iniciar una emocionante experiencia", asegura Boqué.

De esta manera, las empresas relacionadas con el turismo marítimo podrán aprovechar estas previsiones, capitalizando la creciente demanda en torno al surf. Además, la temperatura ambiente en la región se presenta como un factor favorable, en comparación, por ejemplo, con el País Vasco, una de las potencias del surf en Europa.