En el mar se ven muchas cosas. Una de ellas es la interacción entre humanos y quienes habitan allí. Por ejemplo, los tiburones. Que se lo digan a Chad Porter, quien la pasada primavera tuvo el susto de su vida y lo grabó con su cámara GoPro. El vídeo consiguió más de 20 millones de reproducciones solamente en Instagram. Luego lo han movido otras cuentas, medios y en otras redes sociales, convirtiéndose en un auténtico fenómeno viral que hemos querido recuperar para este jueves, día en el que nos gusta hacer un #ThrowBackThursday.

Queda claro que no era el momento de caer. Pero también queda claro -o eso parece- que el tiburón (que parece un tiburón toro agresivo) simplemente confunde su foil con una de sus presas. Posiblemente, de hecho, una mantarraya o alguna otra criatura de este aspecto. Y en consecuencia, solo intenta lo que intentaría cualquier otro animal por instinto: comer. Lo que ocurre es que Porter va muy rápido y consigue esquivar el mordisco, llevándose a casa únicamente el susto de su vida pero ni un rasguño.

Por cierto, vale la pena mencionar dos cosas más. La primera es que Chad Porter es un kitesurfista con estilo que sube buenos vídeos a sus redes sociales y que con este clip le tocó la lotería de la viralidad. La segunda es que ha puesto la banda sonora de la película Jaws al clip. Y esto nos lleva a algo que ha ocurrido esta semana y que es cuanto menos digno de mencionar: Steven Spielberg ha pedido perdón por el daño que ha hecho a los tiburones con la mítica película.

Lo cierto es que antes de la película no se veía a los tiburones como depredadores de personas (que no lo son) y la película cambió esa visión. Así, el director de cine afirmaba que "de corazón os digo que me arrepiento del daño que he hecho a la población mundial de tiburones con la película; tienen que estar enfadados conmigo sí o sí por la locura que creó a partir de 1975 entre los pescadores que querían demostrar lo bravos que eran". También es cierto que otras películas como The Meg, Deep Blue Sea, The Shallows o Great White echaron más leña al fuego y los medios acabaron de rematar la faena. Así, cuando hoy en día se ve un vídeo como el del kitesurfista Chad Porter, a más de uno se le ponen los pelos de punta.