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Surfean en Gulpiyuri, "la única playa que no da al mar"

Guillermo Carracedo prosigue por Asturias su aventura de surfear en todas las comunidades autónomas de España. De nuevo, en una playa muy especial.

La playa de Gulpiyuri (Asturias) vista desde el aire, con el mar al fondo y los campos en primer plano.
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El 4 veces campeón de España de Paddle Surf, Guillermo Carracedo, se ha propuesto surfear en las 17 Comunidades Autónomas de España. Inspirado en el americano Ben Gravy, que lo hizo en los 51 estados de los Estados Unidos, aseguraba que "surfear en lugares como Extremadura, Castilla y León o La Rioja va a ser un verdadero reto". Y en los lugares con costa, por su parte, quiere hacer "algo diferente en lugares icónicos". Así lo hizo en el primer capítulo, grabado en su Galicia natal, surfeando en una playa tan especial e icónica como las Catedrales. Fue el primero en hacerlo, pasando por debajo de las imponentes rocas de esta playa lucense y jugándose el tipo.

En el segundo y en la misma línea, este joven médico y tiktoker (tiene más de 2 millones de seguidores en esta red social) ha surfeado en Gulpiyuri. Esta playa asturiana es, según los protagonistas, "su playa más especial y particular, la única de España que no da al mar directamente". Intentarán surfearla con la ayuda de un local como Hugo, de la Escuela Asturiana de Surf, quien asegura que nadie ha hecho esto antes. Y a la cámara, con el youtuber y filmer de este proyecto, Willy Foxx.

El día elegido es un día de invierno con mar y con lluvia, porque es cuando no hay nadie. Cabe decir que esta playa es una gran atracción turística en verano. O que, entre otras cosas, es uno de los pocos lugares del mundo donde se pasa en pocos kilómetros de los 3.000 metros de altura de los picos de Europa a un fondo marino de 4.000 metros de profundidad. Y la playa, tal y como se puede ver en las tomas aéreas, se esconde tras unos acantilados a unos 20/30 metros del mar. Así fue el reto:

Aunque el reto parecía "fácil" a primera vista, lo cierto es que escondía varios peligros. El primero, las múltiples y afiladas piedras de la playa. El segundo, que las olas aunque no lo parezca entran con fuerza. El tercero, que cuando se van, la corriente es muy fuerte. Todo, combinado, acaba obligando a Guillermo Carracedo a ponerse el casco si no quiere otra aventura que acabe con 100 puntos en la cara. Tras varios intentos, algunos "no sabéis lo que chupa esto, dios, acojona muchísimo" y un buen rato... el surfista gallego consigue al fin surfear allí.