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Resuelta la misteriosa muerte de una ciclista a manos de un oso

La investigación determina que la mujer consiguió asustar al oso grizzly por la tarde y este volvió por la noche cuando estaba en la tienda y la mató.

Un oso grizzli abriendo la boca y mirando hacia atrás con una roca detrás.
PixabaySage Scott

La madrugada del 6 de julio del 2021, un oso grizzly entró en una zona de acampada de un pequeño pueblo llamado Ovando, al oeste de Montana (Estados Unidos). Una vez allí, atacó la tienda de Leah Davis Lokan, una enfermera jubilada de California que realizaba un largo viaje en MTB junto a su hermana y una amiga, todas ellas experimentadas ciclistas y aventureras. La mató y tras ello se escapó.

Ahora, tras un año de investigación, el Interagency Grizzly Bear Committee ha publicado un informe que parece esclarecer todo lo que ocurrió esa fatídica noche para este grupo de amantes del mountain bike y que incluso ha captado una foto del oso.

Grabado por una cámara de la zona.
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Grabado por una cámara de la zona.Interagency Grizzly Bear Committee

Según esta investigación, cuyo informe tiene 26 páginas, eran las 3 de la madrugada cuando un oso grizzly de 190 kilos resopló en la cabeza de Lokan, que se despertó gritando. Dichos gritos no despertaron a su amiga y su hermana (que dormían en un hotel) sino a sus vecinos de acampada, una pareja (Joe y Kim Cole) que la ayudaron a ahuyentar al oso con gritos y ruidos fuertes.

Tras el incidente, el informe indica que los Cole ofrecieron a la futura víctima dormir en un hotel, pero ella lo rechazó y decidió irse a dormir de nuevo. Sacó la comida de la tienda y se equipó con un spray antiosos por si volvía el oso. Y volvió. Sobre las 4 de la madrugada, los vecinos volvieron a salir de su tienda ante los ruidos que indicaban que el oso estaba atacando a la ciclista jubilada. Lo encontraron sobre la tienda destrozando su cuerpo e intentaron asustarlo. Poco pudieron hacer por su vecina. La autopsia dice que le rompió el cuello y la mató al instante.

Tras ello, el oso se fue y ya no volvió. Aunque según las pruebas de ADN, más tarde asaltaría un gallinero cercano. Unos días más tarde, los funcionarios mataron al oso grizzly, que tenía entre 4 y 7 años de edad.