Parten en dos la rueda de una bici y consiguen que funcione
Trabajo de ingeniería de la gente de The Q, que a efectos prácticos puede no tener ninguna utilidad pero que ha sorprendido a toda la comunitat MTB.
El mundo de la bici está en constante evolución. La tecnología avanza y poco tienen que ver las bicicletas de hoy en día con las de hace unos años. En los últimos tiempos hemos visto inventos que un día un otro podrían dominar el sector como las e-MTB con cambio automático e inteligente, la súper rued que convierte el peso en energía y ofrece asistencia en el pedaleo sin necesidad de un motor o tapones calefactables para el manillar que ponen solución a las salidas en días de frío.
0,5 + 0,5 = 1
Aunque la mayoría de estos inventos buscan solucionar problemas u optimizar características de la bicis, lo cierto es que también hay gente que únicamente busca repercusión y poner a prueba sus conocimientos de ingeniería. Es el caso de la gente de The Q, quienes se basaron en un principio tan bástico de las matemáticas como que 0,5 más 0,5 suman 1. Lo aplicaron a la bici partiendo la rueda de detrás de una MTB en dos trozos, los unieron con una cadena y lograron obtener una bici totalmente funcional. Bueno, en realidad, funcional para ir recto, porque en curvas o con según qué piedras que puedas encontrar en la montaña, la bici no funcionaría igual que una de normal con la rueda íntegra. Pero han logrado su objetivo: hacer explotar unas cuantas cabezas gracias a sus conocimientos en ingeniería.
Nuevo récord Guinness
Elias Schwärzler ha decidido también poner a prueba sus habilidades pero con una bici normal. Lo ha hecho para establecer un récord de velocidad y romper límites. En concreto, ha obtenido el Guinness World Record de la más alta velocidad jamás alcanzada con una bici arrastrada por una moto o, lo que sería lo mismo, sin usar los pedales o la fuerza de la gravedad para ello. Aunque falló en su intento de superar los 300 kilómetros por hora, sí llego a los 272 (169 millas por hora) en el circuito de Lausitzring, al noreste de Alemania. Eso sí, no superó tampoco la velocidad que logró su compañera Denise Mueller-Korenek en septiembre del 2018 en el lago Bonneville (Estados Unidos), quien pedaleó a 296 kilómetros por hora en una MTB modificada para la ocasión impulsada por un coche de arrastre que llevaba una jaula para aprovechar la fuerza de succión.