En función de la disciplina, el Mountain Bike puede ser un deporte realmente extremo. Pero también influye la época del año en la que se practica. No en vano, la "temporada" se podría decir que empieza en primavera (con el buen tiempo) y acaba en otoño, cuando vuelven el barro... y el frío. Y a partir de esta época, una de las partes que más sufre, porque están más alejadas del corazón, son las manos, que muchas veces vuelven congeladas a casa. Pues bien, Polar Plug pretende poner remedio a este handicap del MTB.

Polar Plug es una solución nacida durante el confinamiento por un ciclista de montaña y cuyo objetivo es que las manos no pasen frío en los días más gélidos desde otoño hasta primavera. Son simplemente unos tapones que se insertan en los puños de la bici y que emiten calor, calentando el manillar. Básicamente para evitar tener que usar guantes gruesos con menos sensibilidad.

El sistema es muy sencillo: los tapones tienen una extensión en forma de barra, que es lo que se inserta en el manillar y que -cuando se pulsa el botón externo- lo calienta en 15 minutos a una temperatura de hasta 40ºC. La batería interna recargable del aparato ofrece una autonomía de más de cuatro horas y la carga mediante puerto USB se completa en dos horas (para cada uno de los puños).

Según los fundadores de Polar Plug, este nuevo invento del mundo del MTB se puede usar tanto en manillares de carbono como de aluminio, siempre y cuando tengan un diámetro igual o superior a los 17.5 milímetros.

Gracias al éxito obtenido en Kickstarter, el invento dobló la financiación inicial necesaria para tirar adelante (más de 22.000 dólares de los 12.000 que necesitaba). Actualmente los tapones Polar Plug se encuentra en fase de fabricación de los primeros prototipos para testearlos y luego producirlos en masa. Para quienes participaron del crowdfunding tendrán un precio de 95€, pero el previo de venta al público (pvp) será de 190€.