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"Es el único ataque doble de tiburón grabado en vídeo"

Historias del surf. Esta es la de Shannon, un surfista del Ártico que protagonizó el único ataque doble de tiburón blanco grabado en vídeo.

Dos tiburones blancos atacando a Shannon Ainslie en una ola en Nahoon Beach, Sudáfrica, el 17 de julio del 2000.
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"Soy Shannon Ainslie, surfista del Ártico. Fui atacado por dos tiburones blancos a la vez en el único ataque de estas características grabado en vídeo. Ahora surfeo olas gélidas para estar alejado de ellos. Así es como sobreviví". Como carta de presentación de un surfista no está nada mal.

Habla de un ataque que se produjo el 17 de julio del año 2000 en Nahoon Beach, Sudáfrica, tras hora y media surfeando. Y así lo relata el propio protagonista: "Estaba ocupado remando una ola y mientras lo hacía, un tiburón vino por mi izquierda y me lanzó al aire, al tiempo que otro, por la derecha, vino hacia mí pero falló. El de la izquierda, cuando me golpeó, mordió mi tabla y mi mano y me llevó dejbao del agua con él. Pasó tan rápido que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Recuerdo que luego me dejó y me miró. Estaba como a dos palmos de mi cara, con su boca bien abierto, yo podía ver sus ojos, mirándome a la cara. Luego empezó a nadar y desapareció".

Pero las consecuencias del ataque no acababan allí: "Volví a la superficie. Recuerdo nadar hacia mi talba y nada más agarrarla y empezar a remar, ver mis dedos colgando y un gran agujero en la mano, con toda la sangre saliendo. Ahí me di cuenta de que lo que pensaba que era un sueño... era real. Y daba mucho miedo".

Le dieron 30 puntos en la mano derecha y una complicada operación para recuperarla. Casi pierde dos dedos, pero se curó muy bien y hoy en día apenas se puede ver. Volvió a surfear, pero le llevó un tiempo. Y volvió a hacerlo en las mismas aguas del ataque -aunque le llevó más tiempo todavía- y aunque asegura que "a veces con un poco de nervios", afirma también que "es bueno enfrentarse a tus miedos y superarlos".

Hoy en día, sin embargo, vive en Noruega, practicando surf en el Ártico, alejado de los tiburones blancos. Y explica que "el doble ataque de tiburón me cambió la vida. Me hizo pensar en todo lo que estoy haciendo, disfrutarlo y ser agradecido por ello. Además, lo llevo un paso más allá ayudando a otra gente...".