En el mundo de la aventura y las excursiones, especialmente en zonas tan salvajes como Alaska (Estados Unidos) los encuentros con animales están a la orden del día. Lo que ocurre es que en algunos casos son potencialmente peligrosos, como por ejemplo si se habla de un oso grizzly. Que se lo digan al aprendiz de guía de Jacques Adventure Lodge, que salió retratado en un vídeo con un ejemplar de esta especie de oso corriendo a toda velocidad. En redes lo calificaron de carga.

Sin embargo, el análisis que hacen los expertos del vídeo es el siguiente: "El chico rubio ve un oso corriendo hacia él y, tal y como debería hacer, se aparta del camino, prepara su spray antiosos y empieza a advertir verbalmente al oso de su presencia. Es decir, sigue todos los protocolos correctamente a pesar del estrés que se puede vivir en ese momento. Exactamente lo que se busca en un guía en estas situaciones".

Pero añaden: "Lo que ocurre en esta situación es que el oso no le está atacando. De hecho, está huyendo de algo. Eso no significa que en este contexto, un oso no pueda ser agresivo, no hay que confundirse. Lo que quizás no se aprecia es que el oso mira por encima de su hombro constantemente para controlar lo que hay detrás suyo. Eso indica que hay algo fuera de la imagen que le empuja a correr".

Y por lo tanto, concluyen: "Esto no es una carga. Se considera una carga cuando el oso corre hacia ti intencionadamente. De todos modos, el comportamiento del guía es el adecuado y cabe recordar que está en constante aprendizaje. Nadie es perfecto, así que id con cuidado en la naturaleza...". Polémica cerrada.