Dos tiburones siembran el pánico en un campeonato junior de surf
Un niño de 11 años que esperaba las olas entre un banco de peces, protagonista principal de una situación que pone los pelos de punta a todos los espectadores.
El 11 de septiembre del 2021, mientras unos conmemoraban el 20 aniversario del 11S, los 48 años del golpe de estado en Chile o la Diada en Cataluña, se celebraba también un campeonato junior de surf en una playa de Florida (Estados Unidos) cuyos participantes no olvidarán 'gracias' a dos tiburones. Especialmente Tanner Brasol, un niño de 11 años que había empezado a surfear hacía tan solo 18 meses.
Todo ocurrió en el marco de una prueba de las Gnarly Charley's GROM Surfing Series, en Satellite Beach. Allí, según explica Kelly Brasol -madre de Tanner- a los medios locales, su hijo estaba disputando una manga cuandole rodeó un banco de peces o, lo que sería lo mismo, un cebo enorme para los tiburones que aparecieron justo después.
"Fue una escena de película, con dos submarinos saliendo a flote, enseñando sus aletas y de repente generando salpicaduras por todas partes, justo detrás de tu hijo. Solo podía ver el agua moviéndose y ami hijo sentado allí en medio, helado. Mi corazón se paró", relata la madre. Y añade que "el vídeo que seh a publicado corresponde a cuando ya está todo más tranquilo y Tanner está fuera de la zona de peligro... y a pesar de ello todavía se puede ver a uno de los tiburones interesando en el niño, siguiéndole".
Por suerte, la organización respondió rápido y mandó salir a los niños del agua. Y Tanner, como un profesional, actuó correctamente a pesar de ser su primera experiencia con un tiburón. También a los medios locales afirmaba que "tenía mucho miedo, ese tiburón no estaba a gusto conmigo en el agua, pensó que era un competiro para su comida. Pero en realidad ellos tienen más miedo de los humanos, saqué manos y pies del agua y así es más difícil que te muerdan". No hay muchos estudios al respecto, pero a él le funcionó.
El campeonato se detuvo durante 45 minutos, hasta que la organización estaba segura de que los tiburones habían huido. En cuanto se fueron, se volvió al agua. Y Tanner, aunque en un primer momento no quería hacerlo, acabó entrando y compitiendo.