Tom Whitney es un chico de Maryland (Estados Unidos) aficionado al trail running. Desde hace varios años, cada verano realiza una visita al Island Park de Idaho para correr por sus senderos. Pero la salida de este año la recordará toda la vida porque se encontró con un oso grizzly y podría no haber vivido para contarlo. Por suerte tomó la decisión correcta y ahora, precisamente, lo cuenta para los medios locales.

Vaya por delante que Whitney se declara "amante de los osos" y que nunca pensó que esto le podría pasar a él, aunque admite que "así es la vida, hay que tener respeto por la vida salvaje porque ellos estaban aquí primero y en cierto modo nos metemos en su territorio".

El caso es que en plena salida de trail running relata que "vi a mi izquierda algo peludo y grande, así que me detuve y busqué contacto visual: rápidamente vi que era un oso grizzly. Sin poder ni tan siquiera reaccionar lo tenía a tres metros delante mío. Primero pensé en meterme entre los árboles para despistarle, pero tras un par de segundos me di cuenta de que no funcionaría porque estaba ante un grizzly, así que decidí hacerme el muerto".

En su relato a East Idaho News, el trail runner explica que acto seguido el oso -que pesaría cerca de 200 kilos y tenía a su cachorro observando a pocos metros- se le acercó y pasó sus garras y sus dientes por el cuerpo. Él, que estaba en posición fetal cubriéndose la cabeza y el cuello, se temía lo peor: "Todo lo que podía escuchar era su gruñido y pensé que todo acababa allí. Recé una pequeña oración con la esperanza de que las cosas se calmaran y lo siguiente que pasó es que el oso se largó".

Sin saber de la gravedad de sus heridas, se levantó y se puso a andar en la dirección contraria a la que se fue el oso hasta que otros excursionistas le ayudaron a llegar a donde se alojaba. Las autoridades le recomendaron ir al hospital y así lo hizo. Allí le examinaron los rasguños y heridas que le había provocado el oso con sus garras y dientes.

En declaraciones a East Idaho News,el portavoz de Idao Fish and Game, Roger Philips, explicó que Tom Whitney había hecho lo correcto ante un encuentro con un oso grizzly sin ningún tipo de equipamiento. Que básicamente es tirarse al suelo, cubrirse el cuello y la cabeza... y esperar. Según explica Philips, "la mayoría de veces lanzan un par de arañazos y se van". Eso sí, "hay que esperar lo suficiente para levantarse y evitar que vuelva", concluye.