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Freeski

Kilian Echallier: "Quiero demostrar que se puede consumir mejor y menos"

El esquiador francés habla en una entrevista de sus inicios en el esquí, los cambios de modalidad y los efectos evidentes del cambio climático.

Lena Stoffel and Kilian Echallier 
 Ski Mountaineering in Kaunertal Glacier
 
 matteo.pavana@gmail.com
Matteo Pavana

¿Cuáles fueron tus inicios en el esquí?

Aunque parezca raro, mis orígenes no están en una estación de esquí, sino en un pequeño pueblo en una llanura. Mis abuelos tienen un apartamento en Châtel, en Les Portes du Soleil, y ahí es donde aprendí a esquiar. Solíamos acudir allí en Navidades y también en febrero, con la familia.

Comencé a esquiar a los tres años en la École du Ski Français, y después con mi padre. A los 14 me uní al club Saint-Julien-en-Genevois con algunos amigos y entonces fue cuando me inicié realmente en el freeski. Nos pasábamos el día saltando todo lo que podíamos y probando trucos, cayéndonos y divirtiéndonos.

¿Por qué te trasladaste a Innsbruck y qué es lo que te retiene allí?

Me mudé a Innsbruck en 2018 para estar más cerca de mi novia de entonces, que era austríaca. Había oído hablar de que Innsbruck era una ciudad dedicada al freeride ¡y no me decepcionó! La comunidad de esquiadores tiene mucha importancia en este lugar y siempre hay alguien dispuesto a salir a esquiar.

Para mí, la gran ventaja de Innsbruck es su proximidad a las montañas; es realmente una ciudad rodeada de muchas y preciosas montañas. Mi nuevo hogar está en Axamer Lizum. Las posibilidades que ofrece para practicar esquí 'fuera pista' son impresionantes y las condiciones suelen ser buenas, incluso después de varios días sin nieve.

Entre sus queridas montañas.
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Entre sus queridas montañas.Matteo Pavana

Has practicado esquí de manera competitiva en el pasado, pero después lo dejaste. ¿Cómo te introdujiste en el esquí de travesía y expediciones más largas?

Participé durante cinco años en el Freeride World Qualifier. Aprendí un montón y conocí a muchas personas interesantes a lo largo de esos cinco años de competición. Después, un día, tras una competición —no demasiado gloriosa— un tipo me invitó a ir a esquiar con él en Chamonix. Y ahí fue donde comenzó todo. Este nuevo mundo acaparó toda mi atención y, al año siguiente, dejé de competir y lo cambié por el esquí de travesía y el esquí de pendiente.

Has ido desarrollando cada vez más un enfoque multideportivo respecto a la alta montaña, fusionando la escalada y el trail running, la aventura por crestas y la habilidad con el esquí. ¿Adaptas tu entrenamiento para alcanzar determinados objetivos o te limitas a prepararte a nivel físico para las jornadas en la montaña?

Me gusta combinar varias actividades dentro del mismo recorrido. ¡Es mucho más divertido! Y sí, adapto mi entrenamiento en función de mis aspiraciones, ¡pero siempre con el objetivo de divertirme! Siempre estoy dispuesto a pasar largas jornadas en las montañas porque son esos momentos los que originan los recuerdos más bonitos.

¿Cuál es tu principal motivación en el esquí? ¿Las grandes líneas o las expediciones?

Esa es una muy buena pregunta. Ambas opciones están obviamente vinculadas, pero durante las expediciones busco constantemente las oportunidades para esquiar largas líneas. A principio de temporada nos quedamos cerca de la estación y, conforme avanza, comenzamos a explorar más allá para trazar nuevas rutas.

Un amante del freeride, entre otras disciplinas.
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Un amante del freeride, entre otras disciplinas.Matteo Pavana

Has realizado algunos recorridos épicos por los Balcanes. ¿Qué te impulsa a buscar esas experiencias cerca de casa?

Para mí los Balcanes son una fuente infinita de 'first tracks'. Hay un montón de cosas para hacer y, aún así, ¡nadie va allí! Son unos países muy acogedores y la gente que he encontrado es superagradable. En ocasiones, la comunicación resulta difícil, pero siempre terminas por entenderte. Y al estar muy cerca de casa, ir allí durante dos semanas tiene un impacto climático muy inferior que ir a Noruega, por ejemplo. Creo que se infravalora a esos países para la práctica del esquí extremo.

Este verano has realizado una travesía de alta intensidad, tanto a pie como en bici, desde Chamonix a Zermatt, por los Alpes. ¿Qué inspiró ese proyecto?

Estuve hablando con un amigo sobre hacer varias cimas interesantes este verano. Al mirar el mapa, nos dimos cuenta de que podíamos conectarlas todas sin necesidad de aviones, trenes ni coches, solo con la fuerza de nuestras piernas. Es muy interesante poder recorrer grandes distancias utilizando solo tu propia fuerza. Es la forma más impresionante de acercarte a la montaña.

¿Qué tal fue el viaje? ¿Y qué aprendiste?

El primer día salimos desde Chamonix con 30 grados de temperatura. Rápidamente nos percatamos de que tendríamos que adaptar nuestros planes por el calor. Después, dos días más tarde, nos cayó una lluvia fuerte, lo que nos impidió alcanzar el segundo pico, en Suiza, y al final del día volvió a hacer mucho calor. Las condiciones eran tan impredecibles que nada salía como lo habíamos planeado.

Fue una experiencia asombrosa y aprendí mucho de ella. Hacerlo todo en bici suponía tener que organizarlo todo muy bien. Por ejemplo, cuando se nos mojaba la equipación, teníamos que secarla, y todo lleva más tiempo del que piensas. Cada vez que llegaba un amigo y se unía a nosotros, me adaptaba a la forma de escalar y vivir de esa persona.

Lo más importante que aprendí es que ¡es posible! La equipación de hoy en día es tan ligera y compactable que prácticamente todo el mundo podría hacer una versión parecida de esto. Además, elimina los gastos de viaje asociados al recorrido. Solo tienes que tomarte el tiempo que necesites —los días de descanso ayudan mucho— y tener la mente abierta a los cambios de planes. Indudablemente fue duro, pero guardo muchísimos recuerdos increíbles de la experiencia.

Kilian Echallier ha fichado este año por la marca.
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Kilian Echallier ha fichado este año por la marca.Matteo Pavana

La inclusividad en los deportes de nieve ha suscitado un gran debate últimamente. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Todo el mundo debería ser capaz de experimentar las montañas por sí mismo, ya se trate de niños de escuelas de ciudad a los que se les dé la oportunidad de probar el esquí por primera vez o personas con discapacidades que puedan acceder a las montañas. Cuando te encuentras arriba de la montaña y bajas la vista hacia el valle, ves el mundo de manera diferente y te das cuenta de que puedes hacer cosas que creías imposibles.

Te has convertido en embajador de Patagonia este año. ¿Cómo ha influido esto en tu mentalidad sobre cuestiones medioambientales?

Antes de convertirme en embajador de Patagonia ya era muy consciente de mi propio consumo, tanto en lo que respecta a la comida como a la ropa. Y, al unirme a Patagonia, quiero demostrar a los demás de qué forma se puede consumir mejor y en menor cantidad. ¡Todos tenemos que hacer un esfuerzo si queremos ver el cambio!

Como deportista de montaña, ¿observas los efectos del cambio climático?

Las condiciones en las montañas están cambiando. Algunos senderos que eran esquiables hace algunos años ahora han desaparecido. Es triste saber que puede que nunca esquíe por esas rutas míticas. Y, en nombre de generaciones futuras, quiero mostrar a las personas el impacto que nuestro estilo de vida tiene en las montañas. Se producen muchos cambios que probablemente no se perciban si no te encuentras en este entorno todo el tiempo. Cuando hablamos del retroceso de los glaciares a personas que nunca los han visto, ¡no se dan cuenta de lo rápido que está sucediendo!