Las once verdades que tienes que oír de la longboarder Valeria Kechichian
Una de las fundadoras de Longboard Girls Crew explica en una TED Talk cómo el longboard le cambió la vida.
Está claro que el espíritu y la actitud de la patinadora Valeria Kechichian ante la vida es algo de lo más inspirador. Esta longboarder argentina ha logrado cautivar al mundo del patín (por no decir el mundo entero) con su positivismo, su imparable obsesión por visibilizar el deporte femenino y, sobretodo, un espíritu de respeto y tolerancia hacia los demás tan necesario hoy en día. A continuación, tenéis algunas de las mejores frases, historias y conceptos que desarrolló Valeria en su última charla TED en León. Pero si no queréis spoilers, primero el vídeo:
1. El sistema en el que nacemos nos enseña a pensar que solo hay una manera de hacer las cosas. Para Valeria, esto es de lo más peligroso. Somos millones de personas en este mundo, millones de interpretaciones e infinitos puntos de vista. El adoctrinamiento no deja florecer la multiculturalidad en un mundo donde todos somos distintos.
2. Según Valeria, hay que desaprender todo lo que te han enseñado y aprender de nuevas maneras. De pequeños estamos acostumbrados a preguntar y ser curiosos pero cuando crecemos aceptamos todo lo que nos viene dado. Y, según ella, esto es algo que limita muchísimo nuestra felicidad.
3. La mayor parte de nuestros pensamientos y creencias no son nuestras sino que nos vienen dadas. Nadie nace homófobo, nadie nace racista ni nadie nace siendo sexista. Todo eso viene heredado al igual que los estilos de vida que se nos imponen; desde casarse hasta tener que comprar una casa, son esas cosas que, teóricamente, construyen nuestra felicidad. Pero para Valeria, esto es falso.
4. A sus 28 años, pasó una etapa de su vida donde la adicción a las drogas le condicionó de la manera más drástica. Intentando llenar un vacío existencial a base del abuso del alcohol, Valeria se dio cuenta que los problemas son como un iceberg: solo vemos la punta y solemos intentar acabar con ellos sin sumergirnos y verlo todo en perspectiva. Fue el longoboard lo que le otorgó dicha perspectiva.
5. Tomando las riendas de su vida, decidió darle un sentido a todo montándose por primera vez en una tabla de longoboard a los 28 años. A base de encontrar la raíz de sus problemas, Valeria encontró el canal ideal para sumergirse y darle sentido a su vida.
6. Más adelante formó, junto con otras patinadoras, el Longboard Girls Crew. A partir de su experiencia vital y con la intención de promover el deporte de acción, nació esta iniciativa para empoderar al colectivo de mujeres en la practica de los deportes extremos. Todo ello desde un punto de vista de lo más inspirador: no mostraban mujeres compitiendo, sino patinadoras divirtiéndose y gozando de la magia del longboard. Hoy por hoy, son el movimiento femenino de longboarders más grande del mundo.
7. Su proyecto ha acabado transformándose en una ONG que aboga por la inclusión de colectivos marginales a través de la practica del longboard. Repartidos por todo el mundo, desde en la India hasta Chile, la fundación Longoboard Women United rescata a colectivos en riesgo de exclusión a partir de la difusión de los valores del deporte de acción.
8. Así pues, en palabras de Valeria, fue a través del skate, la solidaridad y la empatía lo que consiguió llenar ese vacía existencial que tanto le atormentó durante su época más oscura. Empezó a amarse a sí misma, pero no desde el ego, sino des de el amor puro. Algo que cambió por completo su relación con el resto de personas.
9. Según Valeria, nunca nos dicen que nos tenemos que querer incondicionalmente, nadie nos dice el infinito potencial que tenemos. Se nos educa con una idea fija para encajar en un sistema igual para todos. Valeria piensa que eso no es compatible cuando cada persona es un mundo totalmente distinto. Y no podríamos estar más de acuerdo.
10. Dice que el odio, el rencor, los sentimientos de venganza,… son cosas que te comen por dentro. Hay que sustituir eso por la empatía, por el entendimiento y el saber ubicarse en el lugar del otro. Todos venimos de un contexto y estamos condicionados por algo y hay que saber tener eso muy claro para construir un mundo mejor. El odio no lleva nunca a ningún sitio.
11. Vive de la manera más simple posible. Sin ninguna casa, con un par de camisetas y dos pantalones. No necesita nada más pues la ambición de poseer y acumular cosas es intentar llenar ese vacío del que tanto habla. Ahora su vida fluye, según dice, hay una abundancia infinita: abundancia de amor, tolerancia y empatía.