Vic González presenta "Renascere", el vídeo sobre su historia de superación
El snowboarder paralímpico asturiano presenta un vídeo que deja entrever su momento más oscuro hasta realizar lo imposible y batir un diagnóstico de tetraplejia.
Vic González (48 años) nos presenta su nuevo trabajo junto a Mario Abadía y la productora The Art of Nothing: 'Renascere' es un video documental que quiere "Hacer sentir a quienes lo vean protagonistas y demostrar que TODOS podemos conseguir lo que queramos si realmente nos enfocamos en ello con entusiasmo y trabajo duro".
Vic es un apasionado de la montaña. La energía, el poder y el romanticismo que le transmiten son incomparables y le ayudan a hacer insignificantes sus problemas.
Es esta pasión por la montaña y el snowboard es la que le llevó a recuperarse de una lesión crónica hasta poder participar en los Juegos de PyeongChang.
El vídeo te va a poner los pelos de punta, pero sigue leyendo para entender la historia al completo y apreciar le belleza de las imágenes y la importancia de cada segundo.
Cuéntanos cuál es la motivación/objetivo para realizar este video.
Somos los creadores de nuestra realidad, y aquello en lo que creemos y nos centramos, es lo que conseguimos.
Intentar ayudar a las personas con una lesión como la mía, es un fin que le da sentido a mi accidente.
Primero de todo, después de 4 años desde tu accidente, ¿cómo estás?
Aunque resulte increíble, sigo en constante proceso de conocimiento de mi nuevo cuerpo y adaptándome a él, tanto física como mentalmente. La parte más dura y difícil es la física. La invasión medular del 30 %, desde la vértebra C5, me afecta a todos los niveles de cuello para abajo.
Es una línea muy fina la que separa el entrenamiento al máximo rendimiento posible- imprescindible para mejorar-, de una posible saturación del sistema nervioso, con graves consecuencias como el sobre entrenamiento o, incluso, la involución.
La mente la controlo mejor y es el motor de mi evolución. Ahora todo es una aventura de la cual soy el protagonista junto con la familia y amigos que me acompañan. Antes, para vivir experiencias de euforia, felicidad, riesgo y satisfacción personal debía recurrir a deportes como el snowboard, escalada, surf, y vivir situaciones extremas.
Ahora, desde que me levanto de la cama todo es un reto y encuentro la “adrenalina” en cualquier situación usual como subir escaleras, cruzar un riachuelo de roca en roca, andar en bicicleta, deslizar 10 metros sobre una tabla de skate o realizar un giro en mi tabla de snowboard.
Las espectaculares imágenes del vídeo demuestran que pudiste no sólo mover el dedo del pie, pero volver a funcionar y batir el diagnóstico de tetraplejia. Explícanos como es la evolución de poner todas tus fuerzas y energía para poder volver a hacer un movimiento aparentemente sencillo e insignificante para la mayoría pero que para ti significó mucho más que un simple movimiento.
Conseguir mover voluntariamente el dedo gordo del pie, a pesar del diagnóstico y después de estar muchos días intentándolo, visualizándolo y aprendiendo a usar la mente de una manera inusual, me demostró que mi rehabilitación dependía de mí. Que la fortaleza y confianza que necesitaba estaban dentro de mí. Tenía que olvidarme del diagnóstico médico y aprender a manejar mi cerebro y buscar un nuevo enfoque de la lesión. Mi actitud, el extraordinario entorno de personas que me querían, el esfuerzo físico diario hasta el límite de lo posible y, sobre todo, la manera en la que aprendía a enfocar la atención y la mente en mi objetivo, fueron la clave.
La medicina actual se focaliza en los síntomas, prescriben un medicamento o una rutina de rehabilitación. Está aferrada a un antiguo patrón de creencias sobre la genética y bioquímica en la que la industria farmacéutica nos devuelve la salud. Creo que el cuerpo humano tiene la capacidad de curarse por sí mismo, solo que no sabemos usar el cerebro para dar las ordenes necesarias y generar las substancias que necesitamos para curar nuestras afecciones. Nuestro cuerpo es un gran laboratorio farmacéutico que nos puede ofrecer justo lo que necesitamos, si sabemos cómo.
La medicina es extraordinariamente mágica con las afecciones agudas, pero cuando hablamos de condiciones crónicas eso exige un cambio de vida, de condiciones, de conducta y una buena sintonía y conexión entre el cuerpo y la mente.
Meditar, alejar los malos pensamientos, ser positivo y absorber el amor de los que me rodeaban y abrir mis conocimientos sobre el cuerpo humano fue tan importante como el trabajo físico que tuve que realizar.
¿Por qué snowboard?
Antes del accidente practicaba surf, montañismo y esquí desde pequeño, gracias a la mentalidad y valores que me transmitieron mis padres. Cuando vi por primera vez una tabla de snowboard supe que era el instrumento en el que se fusionaban todas mis pasiones. Desde el año 95 paso las temporadas de invierno en Sierra Nevada y en Baqueira, donde tengo la escuela de snowboard Pura Vida.
Dicen que todo lo bueno siempre tiene algo malo, ¿crees que todo lo malo tiene siempre algo bueno también?
Creo que todo lo malo tiene cosas buenas si la actitud es la adecuada. En mi caso, el accidente y mi rehabilitación me han hecho evolucionar como persona y me han permitido ayudar a gente con experiencias similares con auténtico amor y voluntad de contribuir.
Quiero enviar un mensaje a todos los que lean esta entrevista para que empiecen hoy. Que no esperen a un hecho o experiencia traumáticos para vivir intensamente y ayudar a los que les rodean. Y a los que están pasando por una experiencia traumática, que no se rindan, que con trabajo duro y entusiasmo se alcanzan metas impensables.
¿Qué sientes cada vez que vuelves a la montaña?
La montaña me lo quitó todo y me lo da todo. Mis sueños, mis metas y propósitos desde aquella cama en la que viví meses, se centraban en volver a deslizarme por la montaña. Ahora cuando hago snowboard vuelvo a sentir lo que sentía cuando empecé por el año 1990. Mis movimientos son torpes y descoordinados, como los de un principiante, y cualquier logro o avance lo celebro como si hubiera planchado el mejor truco de mi vida.
¿Tienes miedo de volver a sufrir una lesión severa? ¿Cómo gestionas los miedos?
Llevo una artrodesis con malla de Moss en las vértebras c5-c6, eso quiere decir que si recibo un golpe severo que afecte al cuello, la prótesis podría romperse y dañar de nuevo la médula. Pero no tengo miedo, lo que no quiere decir que no sea cauto.
Nunca viví con miedo y menos ahora después de haber superado, tras los primeros días de la lesión, el pensamiento de quitarme la vida y aceptar la muerte con la felicidad de haber vivido una vida plena. Ahora la perspectiva es diametralmente opuesta. Tengo una vida extra y estoy dispuesto a exprimirla al máximo.
Además de recuperarte de un accidente tan severo te has convertido en un deportista de élite. ¿Que te llevó a querer competir al más alto nivel? ¿Poder andar no era suficiente reto para ti?
Desde la cama del hospital y sin mover un solo miembro, prometí a mi madre que la llevaría a unos Juegos Paralímpicos y que me volvería a ver hacer snowboard. Ese objetivo me hizo trabajar muy, muy duro. El día que lo conseguí y abracé a mi madre y a mi hermana en Corea, después de mi participación en los juegos de PyeongChang fue el mejor día de mi segunda vida.
Nunca me puse limites, sí muchos objetivos e ilusiones. Voy a descubrir hasta dónde puedo llegar y voy a disfrutar la aventura de conseguirlo.
Cuéntanos un poco sobre tu experiencia en PyeongChang.
Fue una experiencia increíble. Convivir en la villa olímpica rodeado de personas que considero héroes con historias extraordinarias y formar parte de un grupo de deportistas con discapacidad, que enseña a otras personas que los limites, solo existen en nuestras cabezas, es algo indescriptible.
Pero no sólo me quedo con esos recuerdos en PyeongChang, sino con todo el camino que tuve que recorrer para conseguir clasificarme para los Juegos. Mucho esfuerzo, viajes, campeonatos, entrenamientos, personas, amigos, familia…
Después de esta experiencia, ¿cuáles son tus objetivos como deportista?
Creo que el objetivo más importante de un atleta paralímpico no son las victorias en las competiciones, bajar más rápido en una tabla de snowboard. Lo verdaderamente importante es el mensaje que proyectes con tus actos y demostrar que el ser humano es extraordinario y todos podemos llegar a conseguir cosas mucho más allá de los límites que nos ponemos. Ese es mi objetivo, proyectar esa imagen.
Cuéntanos acerca de tus charlas de "no lo intentes, hazlo".
A veces, para darnos cuenta de lo fuertes y extraordinarios que somos, necesitamos una experiencia límite que nos obligue a traspasar unos límites físicos y mentales muy por encima de los que teníamos establecidos, que nos exija salir de lo convencional y empezar a creer y vivir de forma diferente.
Y de esto trata mi historia y lo que trato de transmitir en mis charlas: De cómo experimenté sensaciones, aprendí cosas y adquirí hábitos que fueron fundamentales en el éxito de mi rehabilitación con el objetivo de ayudar a personas en situaciones parecidas.