Semana final
Vingegaard y Almeida se juegan La Vuelta con 48” de diferencia. El tercer cajón del podio, también muy abierto. Los españoles, a por etapas.


En la segunda jornada de descanso de La Vuelta de hace un año el que marchaba de líder, Ben O’Connor, finalmente no se coronó pocos días después en Madrid. En aquel caso cierto es que se cumplieron los pronósticos y fue Primoz Roglic, a escasos cinco segundos del australiano al empezar la semana final, el que se subió a lo más alto en Cibeles. En esta edición, el que está al frente es Jonas Vingegaard, lo esperado, con una ventaja de 48” respecto a su principal rival, el portugués João Almeida.
Los dos están cumpliendo los pronósticos, aunque es cierto que el danés esperaba “tener más ventaja” a estas alturas de la carrera. Otra incógnita por despejar será el tercer cajón del podio, muy abierto por el momento (Pidcock tiene que defenderse de Hindley, Gall, Pellizari…), mientras que, por vez primera en la historia, todo parece indicar que no habrá un español en el top-10 de la general de La Vuelta.
Abel Balderstone, del Caja Rural, es el primero de los locales en el 16º puesto, a 13 minutos del décimo lugar. La lucha principal, la del maillot rojo, tiene varios escenarios principales, “aunque todas las etapas tienen algo especial” destaca Vingegaard sobre esta semana final empezando por este martes en Mos, todavía en tierras gallegas, y siempre pendientes de la esperada presencia de manifestantes en la ronda española en contra de la participación del equipo Israel.

El miércoles es el día para ascender El Morredero en El Bierzo, una vertiente inédita, y muy dura, que apunta a ser la sorpresa de La Vuelta con un aspecto que, por desgracia, será desolador al haberse quemado toda la zona este verano. Después, el jueves, la crono de Valladolid, totalmente llana y que tendrá emoción durante sus 27 km antes de la traca final (el viernes teórico día para velocistas o escapadas salvo que el viento lo evite) el sábado con la llegada a la Bola del Mundo y sus rampas que superan el 21%, un esfuerzo agónico que apunta a decidir la carrera.
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Almeida, que este lunes salió a entrenar por Vigo en solitario y más tarde que sus compañeros del UAE, tiene la ocasión de su vida de optar a una grande, aunque Vingegaard sigue siendo el principal favorito. “João no tiene ningún miedo y ningún complejo ante uno de los mejores del mundo, como ya demostró en el Angliru. Por eso la ventaja no es insalvable”, dicen desde el UAE. Hay una Vuelta en juego.
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