Pedro Delgado: “Me gustaría que Roglic ganase La Vuelta”

“Perico, por favor, ¿una foto?” es una de las frases que más se escucha en el meollo de La Vuelta. Da igual que quién formule la pregunta ni siquiera tenga edad como para haber presenciado el Tour de 1988. Pedro Delgado (Segovia, 63 años) es y seguirá siendo sinónimo de ciclismo. Encima de la bicicleta, o maquillado frente a una cámara.

Bajo la excusa de convenir una jornada de cicloturismo con él, surge esta charla. Y puede que hasta la fecha del compromiso. “El 24 de septiembre, una semana después de que acabe esta Vuelta a España, voy a participar en mi primera prueba gravel, en mi tierra, en Segovia”, confiesa con ilusión. “Fíjate, a lo mejor hasta me animo y me lanzo a competir en el Mundial de gravel (7 y 8 de octubre), como es por edades...”, se burla aunque rápido lo enmienda. “Me gusta salir en bicicleta como reto deportivo, pero competir se me hace un poco pelota, hay que sufrir mucho”.

Está para correr, como se suele decir. Sus ‘Pericopuertos’ le ayudan a seguir disfrutando y mantener la forma. Pero, sobre todo, para reconocer los muros de cada nueva edición de La Vuelta y sensibilizarse con los ciclistas. “¿Qué ocurre con los ‘Pericopuertos’? Si me busco un ciclista pro como Carlos Verona en Arinsal, claro, él va hablando y yo jadeando. Ya no tengo ese golpe de pedal. Otras veces voy solo y así no me enfado con nadie. Y otras veces me busco a un ciclista retirado, como veremos más adelante a Faustino Rupérez que ganó la Vuelta a España en 1980. Este casi no había tocado la bicicleta y fue para mí un placer. O Fernando Escartín en Javalambre, que casi me lo cargo”, bromea tras cambiar la disposición del plató en el interior del camión de RTVE desde dónde comenta la ronda, para poder acoplarnos.

Ampliar

-¿Cree que el Jumbo Visma tiene decidido quién es su líder para esta Vuelta?

Yo creo que, de salida, Roglic es el jefe de filas en esta Vuelta a España. Lo vimos en Javalambre, Roglic rompió a Evenepoel, reaccionó Vingegaard y luego iba tirando de Roglic en un estatus de decir, bueno, tú vienes aquí a esto, a ayudar. Pero claro, luego la carrera es muy caprichosa. Las tornas se pueden cambiar. La suerte que tiene el Jumbo es que tiene dos candidatos serios a ganar esta Vuelta a España. Yo creo que la disciplina de equipo que hay entre estos dos corredores es buena, luego, una frase que se ha dicho siempre en el ciclismo: que la carrera decida.

-Por poner más nombres propios encima de la mesa, Enric Mas.

Yo creo que Enric Mas lo que tiene que tratar en estos días es ir salvando la carrera como pasó en Arinsal o en Javalambre. Es un corredor que no ha competido desde Dauphiné, porque en el Tour se cayó el primer día. Por esa falta de competición, aunque se entrene muy bien y muy duro, necesita ir cogiendo confianza. Yo creo que su carrera, su mejor rendimiento tiene que venir a partir de los Pirineos, al final de la segunda semana. Es un hombre que en teoría tiene que ir a más. Y, por lo tanto, lo que tiene que hacer es tratar de perder el menor tiempo posible estos días, especialmente el día de la crono en Valladolid. Ese es el día que más le puede penalizar de cara a esa lucha por meterse en el podio.

-¿A quién ve de rojo en Madrid?

A mí me gusta mucho Primoz Roglic. Es un corredor con una cierta mala suerte. Por las caídas, siempre ha sufrido muchos batacazos en competición, y a mí me gusta esa capacidad que tiene de rehacerse, de volver a ser un campeón. Ese perfil de corredor me encanta. A mí me gustaría que fuese Roglic, pero bueno, Evenepoel tiene muchísimo motor y tiene la juventud. Roglic tiene ya los años en su contra, y eso le puede penalizar respecto al belga. Pero también, como decía de Enric Mas, ha venido más tranquilo, pero se le ve bien, y cada día va a ir a más, o sea, este sí que cada día va a ir a más. Tenemos una serie de grande corredores. Algunos dirán, “¿y Juan Ayuso?”, también Juan Ayuso. Yo creo que esta entrevista, si me la haces el día después del Tourmalet, ya desde mi perspectiva creo que acertaré más, o cometeré menos errores. Ahora mismo no me atrevo.