Evenepoel da el primer golpe
El defensor del título bate a Vingegaard y Ayuso en Arinsal, la primera meta en alto de La Vuelta, y viste el maillot rojo. Enric Mas es sexto en la etapa y segundo en la general.
Remco Evenepoel se golpeó varias veces el pecho mientras cruzaba victorioso la meta de Arinsal. Era un gesto de autoridad, de reivindicación, de número uno. Un ‘aquí estoy yo’ de cara a los rivales, especialmente a ese poderoso Jumbo que cuelga el cartel de principal favorito. Evenepoel es el defensor del título. Y esa condición también obliga. Pegar primero, en el primer combate directo de los gallos, era el mejor mensaje que podía lanzar a sus oponentes. Y al resto del mundo. Unos metros después, todavía lanzado por la velocidad del esprint, Remco chocó aparatosamente con una auxiliar. No fue un accidente grave, pese a la sangre que cubrió su rostro, pero pulsó el botón de alarma. No está teniendo suerte este año La Vuelta en su relación con Evenepoel, que el sábado se pegó una rajada tremenda en la meta de Barcelona por la falta de visibilidad en la contrarreloj por equipo y el domingo fue una de las víctimas de las chinchetas de los vándalos de turno. El maillot rojo es un buen símbolo para que comience la reconciliación con la grande que ganó hace un año.
Evenepoel ganó el esprint de once corredores, un nutrido grupo que integraban prácticamente todos los gallos. El belga se impuso a Jonas Vingegaard, el campeón del Tour, un duelo que empieza a perfilarse desde la primera montaña, y a Juan Ayuso, el primero de los líderes que abrió fuego en las rampas de Arinsal. También entró con ellos Primoz Roglic, cuarto, cuya sorpresa fue quizá no verle más arriba en el esprint. Y también Enric Mas, que representaba la mayor duda entre los aspirantes después de su larga inactividad. Mas, sin embargo, rodó con los mejores, lo que unido a la brillante crono del Movistar del sábado le sitúa ya segundo en la general, a 5 segundos de Evenepoel. Casualmente, o no, los dos primeros puestos de La Vuelta 2022. A quien sí se echó en falta en la refriega fue a Geraint Thomas, que se descolgó, apoyado por Egan Bernal en labores de gregario, y cedió 1:11, demasiado a estas alturas.
El pelotón de La Vuelta rodó por Andorra como en casa. Y también sin el como. Unos 120 ciclistas en activo, según los cálculos del pionero, Purito Rodríguez, viven actualmente en el Principado. Por eso, esta tercera etapa estimulaba a muchos corredores. Por ejemplo, a Jay Vine, que en la salida presumía de subir “dos o tres veces” a la semana el Ordino, el penúltimo puerto de la jornada. Vine fue uno de los ciclistas que intentó lucirse en territorio amigo, con un ataque en esas rampas, pero no llegó lejos. A su rueda salieron Romain Bardet, el gallo mejor situado en la salida para vestir el maillot rojo; Wilco Kelderman, en función de secante del Jumbo, y Andrea Bagioli, en idéntico rol para el Soudal. La rápida reacción de estos dos equipos confirmó lo que ya se adivinaba durante todo el recorrido por su permanente presencia en cabeza, que querían mantener la situación bajo control.
Esta primera etapa de montaña no proponía excesiva dureza sobre el mapa, pero su tempranera aparición en La Vuelta, en la tercera etapa, invitaba a la máxima cautela. No es habitual que una jornada de estas características se celebre tan pronto, pero la proximidad de la salida de Barcelona precipitó el madrugón de Andorra. Y, claro, ya metidos en los Pirineos, lo normal era darle cierto protagonismo a los puertos. La inédita subida a Arinsal se iba convertir en el primer test para tomar la temperatura de los gallos. Y todos ellos lo sabían. En especial, el Jumbo de Vingegaard y el Soudal de Evenepoel, que asumieron la responsabilidad de patrones. Los dos equipos llevaron la batuta de la jornada, a veces acompañados por el Ineos o por el UAE. Nadie quería sobresaltos. Ni ceder el poder.
Fue precisamente el ‘andorrano’ Vine quien tomó el mando del pelotón en el último puerto para acabar con la escapada del día, en la que Damiano Caruso, un viejo zorro de 35 años que fue segundo en el Giro de Italia en 2021, la misma temporada en la que ganó una gran etapa en el Alto de Velefique, pujaba con otro ilustre, Lennard Kämna, a quien solo le falta una victoria en La Vuelta para completar la triple corona. El dúo, superviviente de un grupo de once, sucumbió ante el empuje del UAE, que lanzó a un valiente Juan Ayuso, el primero de los capos que propuso un ataque de verdad. El aficionado español va a divertirse este año con Ayuso. Y también con Enric Mas, un corredor que se transforma en la ronda de casa, donde ha sido tres veces segundo. En la primera batalla de gallos, ambos dieron la cara.
pos ciclista | Equipo | Tiempo |
---|---|---|
1
|
SOQ | 4h:15:39 |
2
|
TJV | +00:01 |
3
|
UAD | +00:01 |
4
|
TJV | +00:01 |
5
|
UAD | +00:01 |
6
|
MOV | +00:01 |
7
|
GFC | +00:01 |
8
|
BOH | +00:01 |
9
|
UAD | +00:01 |
10
|
BOH | +00:01 |
pos ciclista | Equipo | Tiempo |
---|---|---|
1
|
SOQ | 8h:43:11 |
2
|
MOV | +00:05 |
3
|
GFC | +00:11 |
4
|
TJV | +00:31 |
5
|
BOH | +00:33 |
6
|
BOH | +00:33 |
7
|
DSM | +00:35 |
8
|
TBV | +00:35 |
9
|
TJV | +00:37 |
10
|
TJV | +00:37 |