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CICLISMO | VUELTA A ESPAÑA

El secreto asturiano

El puerto de Cruz de Linares se estrena en La Vuelta. Pelayo Sánchez, del Burgos BH, reconoce la subida para AS: “Hay cada rampa...”, avisa.

Cruz de LinaresActualizado a
Pelayo Sánchez, en su ascensión a Cruz de Linares con los colores del Burgos BH.
Pelayo Sánchez, en su ascensión a Cruz de Linares con los colores del Burgos BH.

La Vuelta y Asturias van prácticamente cogidas de la mano. Forman parte de prácticamente cada edición de la ronda española, habitualmente con días para escaladores, y en este recorrido de 2023 volverán a hacer acto de presencia. Una cima inédita, la del puerto de la Cruz de Linares, uno de los seis finales en alto a estrenar en La Vuelta este año, dará que hablar. Será en la etapa 18, el día 14 de septiembre, metidos de llenos en la tercera semana de carrera.

Y, por si fuera poco, la etapa anterior acabará también en Asturias, en uno de los grandes colosos del ciclismo mundial: el Angliru. Será un doblete que decidirá gran parte de La Vuelta, a falta, en cuanto a la general se refiere, de la penúltima jornada por los alrededores de Madrid. Cruz de Linares (8,3 km al 8,6% de media) es el descubrimiento de este año en Asturias, al igual que el pasado año fue el Collado-Fancuaya. Duras rampas que llegan hasta el 16% y un doble paso en los últimos 30 km, siendo el segundo el definitivo de la jornada. Pelayo Sánchez, la gran estrella del Burgos BH en la presente campaña, vive prácticamente a pie de puerto.

Perfil y altimetría de La Cruz de Linares.
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Perfil y altimetría de La Cruz de Linares.

“Es una alegría que La Vuelta apueste por este tipo de subidas. Hasta el pueblo de Castañedo no hay prácticamente descanso, con pendientes constantes sobre el 8% y el 14% en zonas arboladas. Una vez pasada esta localidad y tras una rampa durísima de hormigón (la máxima pendiente), cambia el paisaje y empezamos a ver al fondo montañas, terreno despejado, sin árboles, ‘toboganes’ con algún descanso y luego la subida final hasta meta”, analiza al detalle Pelayo, que se conoce la subida a la perfección.

“Forma parte de mis entrenamientos, un fijo, y tras el paso de La Vuelta, será más conocido y los cicloturistas tomarán nota. Para mí es casi como un circuito de Moto GP para hacerlo con los ojos cerrados. Es ideal para hacer trabajos de pendientes constates y viene perfecto para enlazar con otros puertos (Fancuaya, Angliru, Cobertoria…) acumulando desnivel”, añade el asturiano mientras vislumbra el resto de montañas.

El que se ascienda en dos ocasiones marcará el resto de la etapa: “Ese doble paso dará mucho juego porque es posible que veamos dos carreras. Una por la etapa y otra por la general. Para la segunda subida la colocación es importante, porque la carretera se estrecha y perder doscientos metros te pueden arrastrar para el resto de la ascensión. En la parte final, la más descubierta, sería raro que el viento pegase de cara”.

Pelayo Sánchez, durante el reconocimiento para AS.
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Pelayo Sánchez, durante el reconocimiento para AS.

Juez de La Vuelta

Sobre la forma en la que se desarrolle la etapa, Pelayo contempla un final posible en cuanto a los hombres de la general, los que se jugarán acabar en lo más alto en el podio de Madrid: “Es una jornada dura, alta montaña, cinco puertos en total… si los favoritos ponen un paso exigente en la primera subida, dejarían a la escapada con pocas opciones. El descenso luego es técnico, y en casos así es casi tan importante la bajada como la subida”.

Tanto en Castañedo como en Linares, los dos pueblos que forman parte de la subida, sus reducidos habitantes se dedican a la ganadería y otra parte importante ya es población jubilada. “Aquí, la zona de la sierra del Áramo es tranquila. En general, en Asturias hay mucha afición, somos tierra de ciclistas, como en mi caso. No solemos tener buen tiempo, pero tenemos el terreno que te invita a montar en bicicleta”, relata Pelayo sobre el importante número de asturianos profesionales a lo largo de la historia.

“Es una jornada dura, alta montaña, cinco puertos en total…”

Pelayo Sánchez, corredor del Burgos BH

Mientras, su equipo, el Burgos BH dirigido por Julio Andrés Izquierdo, partirá por sexta edición consecutiva en La Vuelta como una de las escuadras invitadas. Pelayo será uno de sus referentes: “Me hace mucha ilusión que, por donde entreno habitualmente, corra en una carrera, y encima que sea en La Vuelta. Hace unos años (en 2019) logramos en esta prueba una bonita victoria con Ángel Madrazo, y ojalá este año podamos repetir ese éxito”. Asturias revelará un nuevo secreto en Cruz de Linares, que será un juez de La Vuelta.