Vingegaard tumba a Pogacar
El danés se convierte en el nuevo maillot amarillo del Tour tras remachar en el Granon al esloveno, que pagó sus alardes durante el recorrido alpino con una pérdida de 2:51 minutos.
Tadej Pogacar es humano, aunque a veces no lo parezca. Jonas Vingegaard, que remató una valiente actitud del Jumbo, se encargó este miércoles de recordárselo en el corazón de los Alpes, con una estocada en el Granon que tumbó al maillot amarillo. El danés metió 2:51 minutos al esloveno, que ha quedado relegado a 2:22. Entre medias se ha colocado incluso el renacido Romain Bardet, a 2:16. Vingegaard atacó a Pogacar en su punto más débil, que muchos pensaban que era el equipo, pero en realidad es su orgullo, incluso su soberbia. Tadej respondió durante la jornada a todos los ataques, igual que se había dedicado en los días previos a esprintar en todas las metas, aunque sólo fuera para terminar vigésimo y no arañar ni un segundo, como le ocurrió el martes en Megève. Su ambición se volvió contra él como un bumerán. Los derroches se pagan. Esa es la lección para el campeón.
‘No hay mejor defensa que un buen ataque’. La frase procede del general chino Sun Tzu, en el libro ‘El arte de la guerra’, un texto de referencia para los estrategas bélicos, que en la era moderna se ha aplicado también en el deporte. Pogacar se la tomó al dedillo en esta undécima etapa, cuando se vio acorralado en la batalla del Galibier, cuando el Jumbo le lanzaba andanadas a pares, a través de sus dos capitanes, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic, que montaron el polvorín desde lejos, muy lejos, a 60 kilómetros de la meta del Granon. El Tour estaba a punto de saltar por los aires, aunque el líder todavía lo desconocía.
El Jumbo ya había anticipado sus intenciones en el último tramo del Télégraphe, ese mítico puerto lanzadera, una extensión del Galibier. La idea era aislar al líder, dejarle sin compañeros, colocarle en una situación comprometida frente a Vingegaard y Roglic. El descenso seleccionó a los tres, sólo en compañía de Geraint Thomas. Espectáculo puro. Los dos Jumbos atacaban sin parar a Pogacar. Primero, uno. Luego, el otro. El esloveno respondía a todo. Sin fisuras. Incluso pegó un estirón en primera persona, para decir: ‘Aquí mando yo’. El movimiento se sofocó cuando Marc Soler, primero, y el grupo de Enric Mas, después, enlazaron por detrás. Sus dos rivales no tardaron en volver a las andadas, hasta que el maillot amarillo dijo basta y reaccionó al contraataque. Roglic pagó entonces los esfuerzos previos. Y aunque más adelante volvió a enlazar, de la mano de Wout van Aert, el Granon le dio la puntilla. Primoz dijo adiós al podio del Tour. Y el Jumbo, a esa baza estratégica. Pero el intento fue para enmarcar. Y la recolecta final mereció la pena.
Pogacar todavía no lo sabía, pero también iba a pagar esos alardes. El ataque no fue esta vez la mejor defensa. Al contrario, fue su tumba. Su autoridad y su dominio habían sido tan grandes hasta el momento, que sólo se especulaba con un último golpe en el Granon, esa atípica subida de los Alpes, 11,3 kilómetros al 9,2%, donde Eduardo Chozas inscribió su nombre en 1986. La provocación del Jumbo había sido tan irreverente, que ya sólo faltaba la revancha final del patrón del Tour. El pronóstico fue erróneo. Vingegaard recordó que el año pasado, en el Mont Ventoux, ya había soltado una vez al esloveno. Y atacó por esa rendija que abrió aquella vez y que ahora transformó en una enorme brecha. Pogacar no ha dicho todavía la última palabra, clama venganza, pero Vingegaard sí ha dicho la primera. Y con su ventaja actual, y un equipazo alrededor, proyecta a París con más luz que nadie.
En teoría, el Tour sigue apuntando a un mano a mano entre Vingegaard y Pogacar, de quien se espera algún golpe de orgullo, quizá este mismo jueves camino del Alpe d’Huez. En la práctica, la clasificación se ha enredado mucho más, porque hay otros cinco corredores que se han situado a diferencias parecidas que el esloveno. El principal, ya decíamos, es Romain Bardet, que se ha ubicado a 2:16 del amarillo. Pero también están Geraint Thomas, a 2:26; Nairo Quintana, que fue segundo en la etapa, a 2:37; Adam Yates, a 3:06; y David Gaudu, a 3:13. Todos tienen el podio a tiro. Y eso condicionará la carrera. Quien salió de este grupo de aspirantes fue Enric Mas, que cedió 8:08 minutos y está a 9:09 del líder, demasiado tiempo para remontar, pero quizá el suficiente para que cambie sus pretensiones en la general por la búsqueda valiente de alguna etapa. Un top-10 no vale para nada.
pos ciclista | Equipo | Tiempo |
---|---|---|
1
|
TJV | 4h:18:02 |
2
|
ARK | +00:59 |
3
|
DSM | +01:10 |
4
|
IGD | +01:38 |
5
|
GFC | +02:04 |
6
|
IGD | +02:10 |
7
|
UAD | +02:51 |
8
|
AST | +03:38 |
9
|
TJV | +03:59 |
10
|
ARK | +04:16 |
pos ciclista | Equipo | Tiempo |
---|---|---|
1
|
TJV | 41h:29:59 |
2
|
DSM | +02:16 |
3
|
UAD | +02:22 |
4
|
IGD | +02:26 |
5
|
ARK | +02:37 |
6
|
IGD | +03:06 |
7
|
GFC | +03:13 |
8
|
BOH | +07:23 |
9
|
AST | +08:07 |
10
|
MOV | +09:29 |
-
9 Aigle - Châtel les portes du Soleil
192 Km
Dom. 10-Julio
-
10 Morzine - Megève
148 Km
Mar. 12-Julio
-
11 Albertville - Col de Granon
151 Km
Mié. 13-Julio
-
12 Briançon - L'Alpe d'Huez
165 Km
Jue. 14-Julio
-
13 Bourg d'Oisans - Saint-Etienne
192 Km
Vie. 15-Julio