Vingegaard: “Al final, será un mano a mano con Pogacar”
Vingegaard, líder de la general del Tour, resistió todos los ataques de Pogacar en Alpe d’Huez. “Esperaba que Tadej me probara, tal como lo espero las siguientes etapas”, dice el danés.
El primer día de líder en una carrera siempre es especial. Mucho más todavía si es con el maillot amarillo del Tour de Francia. Feliz, y a la vez concentrado, se mostraba ayer Jonas Vingegaard en la salida tras su flamante actuación del miércoles, etapa y liderato incluido en el Col du Granon. Este jueves, en la última jornada montañosa por los Alpes, se defendió sin excesivos problemas de las reducidas intentonas de Pogacar, llevadas a cabo en la parte final de Alpe d’Huez. “Tuve piernas para seguir los ataques de Tadej en la última subida, pero no sabía si iba a tener fuerzas para dejarle atrás y no quería mostrarme vulnerable”, analizaba el danés, de 25 años, en meta.
Con el botín conseguido el día anterior, esta vez el Jumbo se dedicó a endurecer el ritmo pero sin atacar. Eso ya le toca a otros, especialmente al ganador de los dos últimos Tour de Francia. “Esperaba que Pogacar me probara, tal y como espero que lo haga también durante las próximas etapas. Tengo la suerte de que me apoya un equipo que probablemente sea el mejor de este Tour de Francia, como quedó patente el miércoles y también hoy, recalca el danés, que tuvo a numerosos compatriotas presentes en la mítica ascensión final.
Eso sí, pidió cautela. “Hay un riesgo mayor de ser contagiado por la COVID cuando los espectadores nos gritan a la cara. Esperemos que nadie se contagie, no es la forma más bonita de dejar el Tour”. Miles de aficionados se dieron cita en el Alpe d’Huez, y más siendo festivo en Francia (14 de julio). Los seguidores neerlandeses, fiel a su curva número siete tras los gloriosos años 80 en dicha cima (son el país que más veces se ha impuesto en Alpe d’Huez, con ocho), los citados daneses, llevando en volando a Tadej, hasta algunos reducidos grupos de españoles. En los Pirineos se esperan más, por la cercanía. Lo que no será mayor, como mucho se podrá igualar, será la fiesta que tenían en Alpe d’Huez desde primera hora de la mañana, con aficionados que llevaban acampando hasta cuatro días en la zona. “Vi muchos daneses”, reconoce Vingegaard, que da a Pogacar como su gran rival: “Al final, tarde o temprano, se resolverá en un mano a mano con Tadej Pogacar… y ese día es cuando debo estar fuerte para ganar”. Lo tiene claro.
Pogacar: “Me he sentido bien”
Por su parte, Tadej Pogacar, ahora segundo en la general tras el mal día de Romain Bardet, se mostró satisfecho por recuperar las buenas sensaciones que le abandonaron en la jornada del pasado miércoles: “Hoy estaba muy seguro, una historia distinta a la de ayer. Tenía más confianza en mi mismo y me he sentido bien. Estoy contento con mis piernas y deseando que lleguen los próximos días. Cuando era más joven, en otras carreras también tenía que atacar, sé lo que es estar atrás. Vingegaard y su equipo lo están haciendo espectacular. Vamos a estar uno contra otro todo el Tour”.