Vingegaard: “Pogacar no se rinde, será una batalla hasta París”
El danés, defensor de la corona, dio el primer gran golpe a la carrera con su ataque en Marie Blanque. Pogacar, afectado tras la caída de su pareja Zigart.
En el País Vasco, el UAE y Tadej Pogacar dejaron buenas sensaciones. Atacando, bonificando y siendo protagonistas. Sin embargo, en la primera jornada montañosa, el vigente campeón, Jonas Vingegaard, dio un golpe importante a la carrera. La etapa no terminaba en alto, ni falta que hacía para abrir diferencias. Un ataque en la última subida, el Marie Blanque, fue suficiente para dejar atrás a su gran rival (en esta etapa se comprobó que habrá más, como Hindley). Su renta con Pogacar tras Laruns es de 53 segundos: “En la última subida me sentí bien. Le dije a Kuss que se pusiera delante a poner el ritmo. Y luego hice mi ataque”. En el caso del gregario, ya fue clave en el triunfo de Roglic en el Giro este año y en los Pirineos allanó el camino a Vingegaard, dejándole solo con Pogacar... y este remató.
“¿Pogacar? Solo me miro a mí mismo. No sé realmente cómo está él, habría que preguntárselo. Sé que nunca se rinde y será una batalla hasta París. Estoy muy contento con esa diferencia que hemos obtenido”, dijo el danés del Jumbo, con su inseparable mascarilla puesta para atender a los medios tras la etapa. Con Hindley de amarillo, Jonas avisa: “Definitivamente, tenemos que vigilarle”. El Jumbo logró meter a tres corredores en la escapada y uno de ellos fue Van Aert, aunque no estuvo tan decisivo como sí sucedió en 2022. “Me hubiera gustado intentar ganar la etapa, pero la última subida se me ha hecho muy dura. De todas formas, la estrategia dio resultado No esperábamos que nos saliera tan bien. Estoy contento de haber podido ayudar a Jonas Vingegaard, que obviamente tiene muy buenas piernas”, dijo el belga, que abandonará el Tour cuando su mujer de a luz.
Pogacar: “Espero tener mejores piernas mañana”
El esloveno no pudo reaccionar a un ataque como pocas veces se le ha visto y Vingegaard se marchó. Además, al llegar a meta, desde el equipo le comunicaron que su pareja, la también ciclista Urska Zigart, había sufrido una caída en el Giro Donne y estaba camino del hospital: “Me sentía bien después de la carrera, pero poco después de la meta me he entristecido porque me han dicho que mi novia (Urska Zigart) se cayó y podría tener conmoción cerebral. Eso sí que son malas noticias, mucho más tristes que perder 50″ o 1:00 con Vingegaard”. Después, el del UAE hizo recapitulación de la etapa: “Iremos día a día. Es la primera etapa de montaña y la situación ha cambiado bastante para el equipo. Ahora necesitamos recuperar tiempo en la general, y por supuesto que seguiremos luchando. Vingegaard atacó y no pude seguirle: simplemente, él hoy fue más fuerte que yo. No he podido hacer mucho más. Espero tener mejores piernas mañana”.