Vingegaard lo quiere todo
El danés logra su segunda victoria en O Gran Camiño en menos de 24 horas. Atacó a 21 km de meta para brillar en subida y en bajada. Canal, segundo en casa.
Jonas Vingegaard lo quiere todo. Ya sea una contrarreloj de época en el pasado Tour de Francia en Combloux, una victoria de mucho peso en la pasada Vuelta en la cima del Tourmalet o un éxito en O Gran Camiño tras un descenso espectacular, previo ataque en la última ascensión, en Ribadavia y sus 5.000 habitantes. Y eso le honra. Tras su victoria del viernes en Chantada, contábamos que a buen seguro no sería la última del año... ni probablemente de la semana. Así fue. El del Visma logró alzar los brazos de nuevo menos de 24 horas después tras imponerse en la tercera etapa. En la contrarreloj de A Coruña, al no contar para la general, salió sin tomar riesgos, tranquilo (acabó el 44º) y en los dos días siguientes consiguió la victoria. En total, cinco etapas en O Gran Camiño, más la general de 2023. Si todo va normal, este domingo logrará la segunda general consecutiva, y está por ver si también entra en la lucha por el triunfo del día. No es descartable, porque lo quiere todo.
La carrera, sin lluvia (apareciendo de manera residual alguna vez) partió de Xinzo de Limia. Y de allí, es el único corredor gallego del World Tour que está presente en O Gran Camiño: Carlos Canal. El del Movistar, de 22 años, conoce estas carreteras casi de memoria. Es donde siempre entrena y fue el más reclamado en la salida, abrumado por sus paisanos: pancartas, fotos, gritos, amigos, familia, regalos... provocó la mayor ovación en el control de firmas, y no es fácil estando ganadores del Tour de Francia como Vingegaard y Bernal. “Esto es un sueño”, dijo el gallego antes de partir, y el Movistar tenía un plan para hoy con él de líder. Por recorrido y sensaciones era la baza. Persigue su primera victoria como profesional, y no llegó. Quedó segundo, imponiéndose en el reducido esprint del grupo perseguidor. Si te gana el corredor que se coronó los dos últimos años en París, poco tiene que reprocharse.
Este sábado, tras A Coruña y Lugo, la provincia protagonista en O Gran Camiño era Ourense. Una jornada de 173 kilómetros, con cuatro ascensiones y un sube y baja constante. A priori, según los protagonistas del pelotón, era el día más tranquilo de esta edición de la carrera... pero el pensamiento cambió cuando, en la primera hora de carrera, habían completado 50 km. Un ritmo infernal, con hasta Vingegaard siendo protagonista en la primera ascensión. Se formó una fuga el italiano Piccolo, el monegasco Langelotti, el portugués Silva y los nacionales Murguialday, Castrillo, Etxeberria y De la Cruz. Por momentos, llegaron a soñar con la victoria, con una renta mayor de cinco minutos y, sobre todo, con el Visma dejando hacer camino. Ante esto, el Movistar y el Ineos fueron los que trabajaron en recortar. Viendo la situación, las piernas y el dominio, el Visma después también se puso manos a la obra.
En un tramo de apenas seis kilómetros, lograron recortar más de un minuto. De otro mundo. Llegaba entonces la última subida del día, Alto de Couso (3ª), 4,4 km al 5,9%. Suficiente. Quedaban 21 km a meta y pum, llegó el ataque de Vingegaard. Nadie salió a su rueda ni estuvieron cerca de hacerlo. Empezó a neutralizar corredores de la fuga hasta que el último, Pablo Castrillo, le presentó más batalla. Uno de los grandes valores jóvenes del Kern Pharma. “¡Vamos, aguanta! Pero bueno, está ante el ganador del Tour”, decía su director, Juanjo Oroz, mientras veía la carrera desde meta. No pudo, y es que Vingegaard sorprendió con un descenso vertiginoso hacia Ribadavia. Tomó riesgos y demostró que, sea la carrera que sea, saca su mejor versión. De nuevo tuvo tiempo para soltar los brazos del manillar, celebrar y ver desde su bici, mientras bebía, la lucha por el segundo puesto. Muy superior y más líder de la general.
“Estoy feliz por lograr otra etapa. Los compañeros hicieron un gran trabajando. Escuché antes que Carlos Canal era de aquí, por lo que estaría muy motivado y para él será algo desafortunado que ganara yo. El resto de equipos nos vigilarán y haremos un plan para defender este maillot amarillo. Además, fue un día muy bueno para el equipo con las victorias de Tratnik y Marianne Vos en la Omloop (masculina y femenina)”, destacó el danés en meta tras conocer los resultados de sus compañeros. Este domingo, cuarta y última jornada de O Gran Camiño. Toca recorrer Pontevedra, con el Monte Aloia como juez. Es la etapa reina, pero O Gran Camiño ya tiene rey: Jonas Vingegaard.