Van Vleuten conquista La Vuelta en los Lagos de Covadonga
La etapa, entre la niebla, en los Lagos de Covadonga fue para Demi Vollering. Van Vleuten resistió en los kilómetros finales para mantener el rojo por nueve segundos.
Una subida icónica del ciclismo que puso el colofón final a La Vuelta a España Femenina, la primera de siempre, y que encumbró a Annemiek van Vleuten, la neerlandesa del Movistar que se coronó en los Lagos de Covadonga. Un puerto emblemático en el que, sin empezar a subirlo, Miguel Indurain se bajó de la bicicleta para siempre en La Vuelta 1996 (fue su última competición antes de anunciar su retirada). Una cima en la que Primoz Roglic, Nairo Quitana, Laurent Jalabert, Lucho Herrera, Pedro Delgado... alzaron los brazos. De hecho, en este 2023 se cumplen 40 de que Marino Lejarreta triunfase en la cumbre asturiana, todo un descubrimiento que ya quedó desde siempre ligado a la carrera (22 presencias). Para el ciclismo femenino, en general, y La Vuelta, en particular, fue pasar otra frontera, aumentar la mística y la épica. Una cima llamada ‘Estela Domínguez’, fallecida este año mientras entrenaba y cuyo nombre irá ligado siempre al punto más alto de cada Vuelta.
Van Vleuten cimentó gran parte de su triunfo en la jornada anterior, en las tierras cántabras que tan bien conoce, y en una etapa no exenta de polémica. El SD Worx acusó al Movistar de que atacaron cuando la que era líder por entonces, Vollering, paró a orinar. Desde el equipo español argumentaron que el movimiento estaba ya previsto y que las rivales no eligieron el mejor momento para detenerse. “Sed de venganza”, dijo Vollering sobre lo sucedido. Una venganza que no se pudo consumar. Fue un duelo de mucho nivel, tensión. Con salida en Pola de Serio, 93 kilómetros era el menú para terminar la séptima y última etapa de La Vuelta. La Collada Moandi, ascensión de segunda categoría en el ecuador de la etapa, seleccionó la etapa... y de qué manera. Con el ritmo del SD Worx y el Trek (por Gaia Realini), solo quedaron 18 corredoras en cabeza, siendo Van Vleuten la única del Movistar.
Kasia Niewiadoma y Marlen Reusser se lanzaron en el descenso y lograron abrir hueco. Hubo parón entre las favoritas y el dúo cabecero logró más de un minuto de renta. Esto provocó que entrara más gente por detrás y el Movistar se reagrupó, pudiendo arropar a su líder Annemiek hasta pie de puerto. Todo en orden hasta Cangas de Onís... empezaba el coloso: 12,5 km al 6,9% de desnivel medio y 15% de máxima. Por 23ª, arrancaba su ascensión en una Vuelta, la primera en chicas. Una a una iban quedándose corredoras. Vollering tomó la iniciativa, con sus ataques prolongados y sin levantarse. Quedaban ocho. Después quedaron cuatro... cada una buscaba su ritmo, hasta que en cabeza estaban las tres más fuertes (ocuparon las tres plazas de podio) de la carrera: Vollering, Realini y Van Vleuten. Pasaron La Huesera, uno de los puntos más duros, y fue a 5,3 km, llegando al Mirador de la Reina, cuando Realini lanzó su ataque tras superar un percance mecánico.
Se fue junto a Vollering y Van Vleuten se quedó. No podía aguantar el ritmo de sus dos rivales. Al igual que camino de Laredo, Realini no relevó a su compañera. Diez segundos, veinte, cuarenta... la brecha aumentantaba. Van Vleuten resistía (tenía 1:11 de renta) y, tras pasar la zona de los Lagos, afrontó los 500 metros finales como si no hubiera un mañana. Vollering alzó los brazos bajo la niebla espesa, Realini entró por detrás y el cronómetro estaba puesto ante la llegada de Annemiek. Lo salvó: ¡tan solo por nueve segundos! Un colofón final repleto de emoción para acabar una Vuelta Femenina pionera. Celebración en el Movistar con una Van Vleuten que, a sus 40 años y en su última temporada profesional, se marchará, como poco, habiendo ganado La Vuelta, su primer triunfo con el maillot arcoíris. Una leyenda. En cuanto a las españolas, Mavi García, novena general, fue la mejor en la general. La gloria fue para el Movistar y Van Vleuten.