Van der Poel: otro día imparable... y escupitajo al público
El neerlandés vence esta vez en la Copa del Mundo de Hulst, en su país. En la última vuelta lanzó un escupitajo al público. Van Aert, 5º, con Orts 12º.
Otro día en la oficina para Mathieu van der Poel. Siete carreras en esta campaña de ciclocross... y siete victorias para el neerlandés. De hecho, también ganó las últimas tres de la pasada campaña, por lo que suma diez triunfos en sus diez últimas apariciones. La última fue en la Copa del Mundo de Hulst, en Países Bajos, ante su gente.... y, sin embargo, tuvo un acto llamativo en la última vuelta contra ellos: lanzó un escupitajo en la última vuelta a una zona con numerosas personas. Era en el último giro de los ocho previstos después de irse en solitario desde el tercero, y eso que este sábado tenía a sus grandes rivales presentes... pero no tuvieron el día.
Ni Van Aert, 5º, ni Pidcock, 25º, pudieron ver de cerca al neerlandés, aunque bien es cierto que sufrieron varios percances. Felipe Orts, tras su podio el día anterior en Loenhout, esta vez fue 12º. Para Van der Poel fue un día más en la oficina, y es que a sus 28 años está en uno de sus mejores momentos de siempre en la modalidad, que ya es decir para un corredor que no para de sumar mundiales y éxitos a su palmarés. En Hulst hubo problemas en la primera curva, con una caída que afectó principalmente a Pidcock. Dudó si seguir o abandonar porque su bicicleta estaba averiada. Se la echó al hombro y siguió hasta que pudo usar la de repuesto. Del 99º logró escalar hasta el 25º. Dice mucho de él.
Van Aert también sufrió más de un problema mecánico: cadena, pinchazo... y perdió posiciones, hasta alrededor del 30º puesto. Empezó a remontar, y el podio era complicado, pero llegó hasta lo máximo posible: quinto. Y es que fue una fiesta local con los cuatro primeros corredores de Países Bajos, porque tras Van der Poel llegaron Nieuwenhuis, Van der Haar y Ronhaar. El belga Iserbyt, líder de la general de la Copa del Mundo, no pudo terminar. Tras la prueba, Van der Poel explicó los motivos del escupitajo a esa parte del público: “Me llevaban abucheando desde el calentamiento. Para eso es mejor quedarse en casa. ¿Lo que me gritaron? Mejor no lo diré. Después de un tiempo fue suficiente, también para mí. Estas cosas no pertenecen al deporte”. La próxima cita será el 1 de enero, en el Trofee Baal belga, y con la presencia, de nuevo, de las grandes estrellas.
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