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TOUR DE FRANCIA

El reto del nuevo Froome

El británico, en su “mejor momento” tras el grave accidente que sufrió, aspira a luchar por alguna etapa, mismo objetivo que se marca su equipo.

Dunkerque
El reto del nuevo Froome
JESUS RUBIODiarioAS

Chris Froome tuvo un día que marcó un antes y un después en su carrera deportiva: el 12 de junio de 2019. En aquella fecha, sufrió un grave accidente en el Dauphiné, y no volvió a ser el mismo corredor, aquel que maravilló en el Tour de Francia y que se aupó cuatro veces a lo más alto del cajón de París. Su última conquista fue el Giro de Italia, en mayo de 2018, y ahora, con 37 años participa por décima vez en la carrera francesa.

Ya estuvo en la del año pasado, aunque pasó prácticamente inadvertido (133º en la general). Acabar, en aquellas condiciones, fue buena señal, pese a que sea una estrella con un palmarés que le coloca en un selecto grupo de elegidos, y el reto en esta edición es otro: “Daré todo lo que pueda para ayudar al equipo. Si eso significa intentar ir a por una etapa, trataré de estar a la altura de las circunstancias”, dice el británico, en las filas de un Israel que acude sin baza para la general y con el objetivo de lograr triunfos parciales con corredores de la talla de Froome, Fuglsang y Woods.

Froome, en las etapas del Tour por tierras danesas
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Froome, en las etapas del Tour por tierras danesasMARCO BERTORELLOAFP

“Queremos ganar una etapa histórica en el Tour de Francia y ganarla para Israel”, dijo su propietario, Sylvan Adams, con un listado de corredores que es “el mejor de la historia del equipo en cualquier carrera”. Y eso que varios como Impey y Goldstein fueron baja de última hora tras dar positivo en COVID. El que sí estará es Froome, del que el paso de los días dirá su verdadero nivel. “Es un poco desconocido cómo estoy actualmente, pero me siento en mi mejor momento tras el accidente. La verdadera prueba para mí será cuando lleguemos a la montaña”, explica.

En las dos primeras etapas en línea celebradas en tierras danesas llegó a meta con el maillot rasgado, al estar involucrado en varias caídas, pero sin consecuencias mayores y con buen ánimo. “El público de Dinamarca ha sido de lo mejor de siempre”, decía, y es que pasan los años, pero Froome sigue siendo un referente. Coreado por niños y mayores en los controles de firmas, saludando a todo el que le llama tras salir del autobús. Consciente de que sus mejores años quedaron atrás, todavía tiene cuerda para dedicarse a disfrutar.