Pogacar: “Noté muy pronto que tenía buenas piernas”

Volvió a sacar Tadej Pogacar su mejor versión, y es que lo lleva avisando desde que empezó el Tour: “Espero ir a más cada día”. A falta de 1,5 km, en la parte más dura de la ascensión al Puy de Dôme, el esloveno lanzó su ataque. Como una hormiguita, volvió a recortar tiempo, sumando a lo ya recortado en Cauterets. Vingegaard sigue de amarillo, pero sabe que tiene un duro hueso por detrás... y cada vez más cerca.

“Fue un gran día. No como una victoria, pero casi. Estoy muy feliz con lo conseguido. Estuvimos tranquilos en la subida final y muy pronto noté que tenía buenas piernas, pero por si acaso esperé para atacar. Cuando arranqué, pude ver la sombra de Vingegaard en la carretera. Él estaba intentando responder a mi aceleración… Pero tenía buenas piernas, así que insistí hasta que se abrió el hueco y a partir de ahí seguí hasta meta”, desgranaba en meta el esloveno, que tenía una visita especial. Sus padres y su hermana hicieron acto de presencia en la cima volcánica. De hecho, el ramo de flores que recibe cada día Tadej por liderar la clasificación de los jóvenes fue para su hermana, más pequeña que él.

Además, el del UAE, siempre que puede, aproveche para recalcar que tomó nota de lo sucedido en 2022 acerca de su ambiciosa actitud: “Los ciclistas, como cualquier deportista, queremos ganar todas las carreras en las que participamos. Es una pena que la escapada se marchara, si bien en el grupo cabecero había ciclistas buenísimos que se merecían una victoria como esta. Además, el año pasado aprendíamos que no debemos ir a por la victoria todos los días”.

En el UAE el ambiente era de una gran satisfacción. Matxin, mánager general del equipo, analizó en AS la actuación de su corredor estrella: “Esto es muy satisfactorio para todo el equipo. El Jumbo sigue llevando el liderato y eso para nosotros también es bueno, porque ellos asumen esa responsabilidad. Defienden el título del año pasado y este recorte de tiempo será psicológico. El plan fue el previsto. Sabíamos que la fuga tendría muchas opciones y nuestra misión era evitar que un Jumbo estuviera en ella. Era una jornada monopuerto y lo importante era tener la situación controlada hasta el final. Después, en los últimos 4 km, todos irían de uno en uno por la dureza”.

El equipo del doble campeón del Tour entrará en la segunda semana de carrera por detrás en la general, pero con inercia positiva y con la sensación que el mal día en la Marie Blanque quedó atrás.