Van Aert, la gran estrella del ciclocross de Benidorm
El belga, vigente ganador de la Copa del Mundo de Benidorm, vuelve a la Costa Blanca como máximo favorito ante la ausencia de Van der Poel.

Caerse y levantarse. Volver a empezar. La carrera deportiva de Wout van Aert es un eterno retorno, desde sus primeras incursiones en carretera, en un 2019 en el que abandonó el Tour de su debut por un profundo corte en la cadera al chocar contra una valla, hasta su último infortunio, en una Vuelta a España a la que dijo adiós por una importante lesión en la rodilla que le obligó a renunciar al resto de la temporada. De ahí, regreso a los orígenes, un ciclocross en el que también colecciona sonrisas y lágrimas. Tras proclamarse campeón del mundo por tercera vez consecutiva en 2018, el belga no ha conseguido un nuevo maillot arcoíris, mientras que su némesis, Mathieu van der Poel, alcanzó los seis títulos mundiales en 2024.
El próximo 2 de febrero no habrá duelo entre ambos en Liévin (Francia) por la ausencia del belga, como tampoco lo habrá este fin de semana en el objetivo más inmediato de Van Aert por la ausencia del holandés: la Copa del Mundo en Benidorm. Para afrontar el reto de revalidar la victoria que consiguió el año pasado en la Costa Blanca, el del Visma llega tras completar su enésima recuperación milagrosa, que le ha dado un 4º puesto y dos triunfos en las tres pruebas de ciclocross en las que ha participado este invierno. “Creo que sí lo estoy (recuperado física y mentalmente). No tengo la forma que me gustaría todavía, pero la temporada acaba de empezar. La lesión está curada y pude entrenar como debería en invierno, así que creo que no me afectará en 2025″, comentó Wout esta misma semana en el día de medios organizado por el Visma en La Nucía.
Van Aert, que lleva varias semanas concentrado en España con su equipo, tratará de trasladar esas buenas sensaciones a un circuito benidormense que le va como un guante, especialmente esas zonas de arena en las que saca a relucir su descomunal potencia rodadora. Por si fuera poco, y a diferencia de sus primeras carreras del curso, el belga se ve entre los mejores para este fin de semana y el 2025 que tiene por delante: “Creo que la lección más importante que aprendí, especialmente en la Vuelta, es que volví a mi mejor nivel incluso después de afrontar dudas que me trajeron un período realmente difícil después. Ahora estoy nuevamente en acción, en la misma situación en la que tengo que luchar y mi sensación es que voy a estar adelante. Tengo la confianza de que volveré una vez más”.
Hombre de equipo con ambiciones propias
Como es habitual en él desde que dio el salto al entonces equipo Jumbo en 2019, Van Aert compaginará sus objetivos individuales, que un año más apuntan a los Monumentos de los adoquines, con sus labores de gregario de lujo en grandes vueltas: trabajo en el Giro para Simon Yates y el Tour a las órdenes de Jonas Vingegaard.
“Trataré de ganar Tour de Flandes y París-Roubaix. No habrá mucho tiempo después de las clásicas para preparar el Giro, así que será un gran bloque de carreras, con una pequeña parte de entrenamiento entre medias para correr el Giro y el Tour. Espero tener éxito en ambas carreras, en mi caso, ganar etapas en las dos. Va a ser un año muy ajetreado para mí. Ayudaré en la general, sí. Llevaremos equipos fuertes a ambas carreras y especialmente en el Tour iremos con Jonas con la idea de que esté a su mejor nivel para volver a pelear por la victoria. Siempre es un placer formar parte de esta mentalidad ganadora. Estoy ansioso por intentarlo de nuevo en el Tour”, concluyó un Van Aert de espíritu inquebrantable.
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